jueves, 31 de julio de 2008

El rezo del Santo Rosario (II)


En este segundo enlace hay una información y documentación complementaria al enlace anterior. Con ésto confío haber resuelto definitivamente las posibles dudas que puedan haber, pues material para leer, meditar y conocer más cosas sobre esta oración a la Virgen como es el Santo Rosario, lo hay. Hasta dentro de unos días.
Haced clic en las comillas y angulito azules que hay a continuación de lo escrito.">

El rezo del Santo Rosario (I)


El 29 de julio escribí sobre mi forma de entender el rezo del Santo Rosario. Me padían un enlace con alguna página de internet que también tocase este tema. He encontrado ésta que, además de exponer la forma de rezarlo, tiene una serie de enlaces a su vez muy válidos en cuanto a formación cristiana se refiere.
Mañana marcho a hacer una tanda de Ejercicios Espirituales ignacianos durante nueve días y quería dejar plasmado aquí el compromiso que adquirí. Incluso es posible que ponga otro enlace más.
Confío que pueda ser útil a todos, pero de forma especial a quienes me lo han pedido y que son asiduos de este blog con sus comentarios. Gracias a todos y que la Virgen les bendiga.
Aunque parezca mentira,para entrar en la página indicada hay que hacer clic en las comillas y el angulito azules que hay debajo de este texto.
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martes, 29 de julio de 2008

La Oración (II) .- El Santo Rosario y el LOGOS.


Así, de buenas a primeras, meter el Rosario con la Palabra de Dios (el LOGOS) parece que no tiene mucho que ver, ¿no? Y sin embargo lo tiene todo. Veamos.

El artículo ‘La Madre de Jesús, el LOGOS y nosotros’, ha tenido cuatro comentarios que no tienen desperdicio y me da la impresión que Colectiu, Magdalena y Euterpe son bastante devotos de la Virgen. Si me equivoco, mis disculpas. Incluso Magdalena solicita, e incluso pide oraciones, para que este blog dé respuesta a la forma de rezar el Rosario como se hizo con los Salmos.

Lo voy a intentar desde mi experiencia personal, o sea, cómo creo que debe rezarse y cómo intento rezarlo yo, pero no puedo poner ningún enlace a otra página referida al Santo Rosario porque aún no conozco ninguna que me satisfaga plenamente, aunque prometo buscarla. En cuanto la encuentre, pondré el enlace correspondiente. Y vamos a entrar ya en materia.

En principio el rezo del Rosario está aparentemente desacreditado porque dicen que es largo, monótono, etc. Esto último está en función de la persona que lo reza y no del Rosario en sí mismo. Jesús ya lo advirtió: ‘Y al orar, no os perdáis con palabras como hacen los paganos, creyendo que Dios los va a escuchar por hablar mucho’. (Mt.6, 7)

En cuanto a lo de que es largo… depende. Si se habla (y muy bien dicho) de que de los 365 días del año dedicar nueve de ellos a una Novena a la Virgen es poco tiempo para lo que Ella se merece, díganme qué suponen unos 20 minutos que dura el Rosario.

Pero doy mi opinión personal. Para rezar el Rosario mal, con prisas y con el pensamiento puesto en los mil y un problemas, distracciones o entretenimientos que se tienen, vale más que no se rece. Para rezarlo considero necesario que nos serenemos, seamos conscientes de que nos vamos a poner delante de la Virgen, LA MADRE DE DIOS, y vamos a estar un ratito con Ella.

Hemos de intentar meternos dentro del Rosario como co-protagonistas del mismo. ¿Cómo se puede hacer? Centrándonos en lo que estamos diciendo. Cuando recemos el Padre Nuestro que encabeza cada Misterio, seamos conscientes de lo que estamos diciendo y no lo recemos como una rutina. Estamos pronunciando las mismas palabras que el LOGOS, debemos interpretar el mensaje que encierran y sentirnos interpelados por el mismo Jesús que nos está conduciendo al Padre. Es lo primero que decimos: Padre nuestro…

Más aún. Cuando rezo cada una de las diez Ave Marías de cada Misterio, yo debo sentir que soy el ángel que saluda a María en el momento de la Anunciación. Tengo que vivirlo y pronunciar las palabras de la salutación diciéndoselas yo a la Virgen: ‘Dios te salve, María. Llena eres de Gracia. El Señor es contigo’. (Lc. 1, 28).

Luego hemos de procurar tener un cambio de rol al instante para sentirnos como su prima Isabel cuando fue a visitarla a Ain Karim, pero viéndola acercarse a nosotros mismos preñada de su Hijo, salirle al encuentro y brindarle nuestro saludo emocionado a la Mujer y al Esperado de tantos siglos de Historia del pueblo de Dios. ‘Bendita eres entre todas las mujeres. Y bendito es el fruto de tu vientre’. (Lc. 1, 42).

La Iglesia, que quiso componer esta hermosa oración con esa base evangélica, quiso también completarla. Añadió ‘Jesús’ complementando cuál era el fruto de su vientre, pero a continuación, puestos ya ante ella, empezamos nuestra oración de petición dirigiéndonos a Ella: ‘Santa María, Madre de Dios. Ruega por nosotros, pecadores. Ahora. Y en la hora de nuestra muerte. Amén’

Es ponerle sentimiento, pasión, intimidad, confianza, cariño, a ese ‘Santa María. Madre de Dios’. Luego pasamos a pedir que interceda por todos nosotros y en ese lote entran los hijos, padres, hermanos, novios, esposos, abuelos, nietos y todos aquellos que nosotros queramos. Y el cañonazo. Le pedimos su intercesión AHORA, en este momento que vivimos con todo lo que nos rodea, pero es que también le pedimos su intercesión EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE. En ese momento supremo de nuestra existencia.
¡Cuántas veces he oído decir en mi vida que solamente hay dos cosas ciertas e irrefutables: nuestro nacimiento y nuestra muerte! Y le estamos pidiendo por ese instante decisivo en el que nadie podrá sustituirnos. Nos tocará pasarlo a nosotros por muy lejos que veamos ese instante. ¿Vale la pena que le dediquemos un tiempo con el rezo del Rosario? Es Ella misma la que le dijo a Santo Domingo de Guzmán, el año 1208, que era necesario el rezo del Santo Rosario, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias.
¿Y qué tiene que ver el LOGOS con el Rosario? Todo. Éste tiene cuatro tipos de Misterios: Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos. A poco que nos fijemos, en cada uno de los misterios se contempla un hecho de la vida del Jesucristo. Su infancia, su predicación su Pasión y Muerte y su Resurrección. ¿Tiene o no tiene que ver algo Jesucristo con el Rosario?
Son como un Memorial de la vida de Cristo. Es como si nos sentáramos alrededor de la Madre y ella nos contara todo lo que guardó en su corazón. Es una intimidad con Ella como la tenemos con Dios en la oración. Es buscar el Rostro de Cristo de la mano de la Virgen.
Antes he empleado el verbo contemplar. ¿Qué es contemplar cada uno de los Misterios? Volvemos a lo que he dicho más arriba. Es meternos dentro del mismo. Sentirnos el pastor que adora al Niño y le lleva un cordero o un tarugo de pan duro, del que él come. O el sayón que lo está azotando cuando está atado a la columna. O Juan recibiendo a la Virgen como Madre,… y tenerlo todo ello presente mientras dure el rezo, incluso cuando se acabe, en algún momento del día.
Contemplar estos Misterios del Rosario es amar con la misma locura de amor de Jesucristo cuando se dio por nosotros en la Cruz. Para mí son claves dos Misterios: ‘Jesús muere en la Cruz’ (Doloroso) y ‘La triunfante Resurrección del Hijo de Dios’ (Glorioso), porque en ellos se encierra todo el por qué del sacrificio del LOGOS por la Humanidad y su triunfo sobre el mal y el pecado como negación de Dios.
El triunfo de Jesucristo es el triunfo de cada cristiano que vence una tentación, que tiene un arrepentimiento y se reconcilia con Dios, que se convierte del enfoque que tiene su vida y lo transforma en un vivir para Cristo, como dice San Pablo: ‘Para mí la vida es Cristo y morir significa una ganancia’ (Fil. 1, 21). Luego… estar a la escucha de lo que nos pide Dios a través de la Virgen.
Un último punto. El jugo que se le puede sacar al Rosario. Hemos de ser, en el buen sentido, unos aprovechados. Si la Virgen ha prometido su ayuda a quienes recen el Santo Rosario, ¿por qué no nos aprovechamos? De ahí surgen las intenciones. Los beneficios que puedan lograrse de nuestra oración podemos ofrecerlos por cualquier cosa que conozcamos que creamos que se le puede encomendar a la Madre: un familiar o un vecino enfermo, los afectados por una catástrofe, por algún drogadicto o alcohólico, por un vecino con mal genio pero que tiene problemas, por la salud de un familiar, etc., etc., etc.
Sí. El rezo del Rosario debiera formar parte de nuestra vida. Es comprometido rezarlo, claro que sí, pero los cristianos siempre tenemos algún que otro compromiso con el LOGOS y con su Madre, pero eso no nos debe asustar. Tenemos la asistencia del mismo Cristo: ‘Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el final del mundo’ (Mt. 28, 20).

jueves, 17 de julio de 2008

La Madre de Jesús, el LOGOS y nosotros.


‘Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo a quien tanto amaba, dijo a su madre:
- Mujer. Ahí tienes a tu hijo.
Después dijo al discípulo:
- Ahí tienes a tu madre.
Y desde aquel momento, el discípulo la recibió como suya.’ (Jn.19, 26-27)


Es muy posible que hayamos oído o leído este fragmento evangélico varias veces. Yo, desde luego, muchas. Pero hay ocasiones en que me he parado un poco más para pensar en el significado que tiene para nosotros, o al menos, para mí.

Dicen los exegetas bíblicos católicos que en ese momento en que Juan recibió a María en su casa, como madre, según el encargo de Jesús, estaba representándonos a nosotros en cuanto que fuese también nuestra madre.

Si me permiten una pequeña confidencia, les diré que cuando a los ocho años perdí a
mi madre, tuve un enorme vacío. Ya sé que me podrán decir que a todos, cuando fallece nuestra madre, nos ocurre lo mismo. Lo sé. Lo considero normal, incluso muy duro, pero cuando se tienen ocho años la visión es muy diferente. Sólo sé que me abrazaba a un cuadro de la Inmaculada cuando me acostaba a dormir y ese recuerdo me ha acompañado siempre. Acaso sea el origen de mi especial devoción a la Madre de Jesús. La considero mi madre en todo y a ella me confío. Tal vez por eso, con el paso de los años, me he detenido a pensar y profundizar mucho en este fragmento evangélico.

Si analizamos la cultura religiosa de España nos encontraremos que es muy raro que un pueblo, una aldea, una ciudad, no tenga algún templo dedicado a alguna advocación de la Virgen. Si no recuerdo mal, existe esta frase referida a nuestro país: ‘España es la tierra de María Santísima’.

Y esa devoción a la Madre de Dios (recordemos que solamente hay una Madre de Jesús), la devoción popular le ha dado esos otros nombres, junto al de María, que llamamos advocaciones, porque la sienten más cercana. Son lo que podríamos llamar piropos filiales. No es que hay varias Vírgenes como creen algunas personas (Desamparados, Rocío, Macarena, de las Nieves, del Rosario y un largo etcétera) sino que es la misma Madre de Dios a quien por la circunstancia que sea se le ha puesto un segundo nombre o advocación.

Para ella se hacen fiestas, romerías, celebraciones de toda índole para venerar su memoria y patronazgo en los casos que se puedan presentar.


Conozco una localidad marinera que tiene una ermita dedicada a la advocación de Nuestra Señora del Carmen. No en vano la llaman la Estrella de los Mares y es la Patrona de toda la gente de la mar. La construyeron los pescadores que partían largas temporadas a faenar y volvían a los seis o nueve meses con la consiguiente angustia de sus madres y esposas, que apenas marchaban ya deseaban verlos volver.

Pues bien. Pasaron los años, la ermita la fueron ampliando la misma gente de la mar, pero la Novena que se le hacía con motivo de sus fiestas en el mes de julio de todos los años, estaba decaída, aletargada,… Un grupo de seglares coordinados por un joven y dinámico sacerdote, vicario de la Parroquia, se propusieron darle una nueva forma acorde con el siglo XXI, en la que todo el pueblo participase a través de sus Entidades más representativas.

Se habló con ellos, se despertó su entusiasmo al ver que aquello iba a tener una nueva vida y el resultado fue una colaboración y participación a tope: Cofradía de Pescadores, Club Náutico. Asociaciones de Comerciantes, de Mujeres, de Mayores, Junta Festera de Moros y Cristianos, representante de Cofradías de la Semana Santa y otras Entidades, respondieron en bloque.


Además, personas que se enteraban de la novedad, acudían a diario y acababan por llenar la ermita. Cuando finalizaba la Eucaristía se cantaba la salve marinera y había ojos masculinos, curtidos por los mares, que dejaban resbalar alguna lágrima. Al finalizar todos elogiaban el éxito del enfoque dado y deseaban volver el próximo año y mejorar su participación.

¿Y por qué? Pues… es la Virgen. No pregunten por los motivos de la credibilidad de estas personas. Probablemente no sabrían darlos, pero su fe en la Madre de Dios es total y absoluta. Inalterable. Y eso durará, según me parece, hasta la consumación de los siglos. Es la respuesta de un pueblo fiel a la Madre del LOGOS.Es y será la respuesta de la gente de la mar a su Patrona.

Jesús de Nazaret, el LOGOS, pienso que estará orgulloso de esos hijos de María del tiempo de hoy que saben honrar, besar, querer a su Madre y hasta llorar con ella en los momentos difíciles que la vida nos trae y que nos hace acudir a ella de forma especial pidiendo su amorosa intercesión ante su Hijo, el Padre y el Espíritu.

Que ellos nos ayuden y nos bendigan.