domingo, 27 de enero de 2013

¡Madre…!

APARICIÓN DE XTO RESUCITADO A SU MADRE.-FILIPPO LIPPI.-RENACIMIENTO 


  Jesús ha resucitado. Ya lo vimos en la entrada anterior. Los Evangelios continúan dándonos detalles de hechos inmediatamente posteriores: las apariciones. Relatan algunas de ellas (no todas): a María Magdalena, a las Santas Mujeres, a los Apóstoles, a discípulos,…A ellas dedicaré la próxima entrada.
RESURRECCIÓN DE CRISTO.-ANNIBALE CARRACCI.-BARROCO
Ahora deseo dedicar esta entrada a una aparición que los Evangelios no mencionan: a su Santísima Madre. De este hecho he leído y oído muchas cosas, pero todos coinciden en que no decirlo los evangelistas no significa que no haya sucedido. Sin ir más lejos, conocemos por San Pablo que ‘se apareció una vez a más de quinientos hermanos de los cuales muchos viven todavía…’ (1Cor. 15, 6). Es una aparición de auténtica envergadura, pero lo silencian, no sabemos por qué.

Sabemos, y eso sí que lo relatan, que María aceptó ser su Madre en el anuncio que Gabriel le hizo por encargo de Dios. Sabemos que tuvo que emigrar a Egipto para salvar la vida de su Hijo de Herodes. Sabemos…¡tantas cosas…! Pero precisamente esa no la mencionan. ¿Por qué?

 GUIDO RENI.-BARROCO

Hay una cosa clara y es, ya lo he dicho en alguna ocasión, que los Evangelios no son una biografía de Jesucristo aunque de hecho sepamos cosas de su vida pública. Incluso de su etapa infantil. La misión que tienen es la de proclamar las enseñanzas del Maestro. Proclamar la Buena Nueva. Jesús es el protagonista indiscutible del Mensaje evangélico, a través del cual puso los puntos sobre la íes manifestando cuál era la voluntad de Dios y dándose a conocer como Hijo de Dios y Dios mismo, lo cual lo llevó a la cruz como hemos visto. Dicen lo que creen que deben  decir y no pretenden ser exhaustivos en sus relatos.

Con la Resurrección pienso que pretendían trasladar la finalidad de este suceso, absolutamente trascendental par la Humanidad, como era nuestra liberación del pecado al haber vencido a la muerte. Es lo que San Pablo, como también conocemos, traslada a los cristianos de Corinto: ‘Y si Cristo no ha resucitado, vuestra fe carece de sentido y seguís aún hundidos en vuestros pecados’ (1Co. 15, 17);

Tampoco relatan los Evangelios el tremendo dolor de la Virgen viendo a su Hijo portando la cruz camino del Calvario y presenciando cómo lo clavaban en ella. Pero a nadie se le ocurre pensar en nada que no sea en su infinita agonía, en su horrible sufrimiento imposible de ser descrito. Y no se detiene ninguno de los cuatro evangelistas en ese aspecto. No es extraño, pues, que no mencionen a su Madre en las apariciones.

 ROGIER VAN DER WEYDEN.-GÓTICO

Pero hoy existen muchísimos cristianos que están firmemente convencidos, yo entre ellos, no solamente en que sí se le apareció, sino que incluso es posible que fuese la primera en conocer la Resurrección de su Hijo por Él mismo. Sabiendo que el pensamiento y la imaginación de cada persona son extremadamente fértiles y generosos, podemos imaginarnos la gloria de ese momento y siempre nos quedaremos cortos, por la misma razón que nadie puede relatar ni imaginar la realidad de su sufrimiento en la Pasión y en la Muerte de su Hijo. También  nos quedaríamos cortos.
Theodoor Van Thulden .-BARROCO
Pero sí podemos deducir algunos detalles desde los propios Evangelios. Veamos. Desde el principio aparece María estrechamente unida a la misión de Jesús desde el mismo instante de pronunciar el FIAT en el anuncio de que iba a ser Madre del Salvador. Cuanto vivió en Belén: Nacimiento del Emmanuel, adoración de los pastores y de los Magos, posterior anuncio de que debían huir a Egipto, profecía de Simeón en el Templo,…pero especialmente en los actos culminantes de la Redención: la Pasión (‘Junto a la cruz de Jesús estaba su Madre…’. Jn. 19, 25)  y la Muerte de Jesús.

El hecho de que en la Resurrección su Hijo fuese a verla y que lo abrazase a Él, triunfante de todo, es casi una exigencia. Si tan cerca estuvo de Jesús a lo largo de su vida, también tendría que estar cercana ahora. Juan Pablo II dijo refiriéndose a este tema en el Santuario de Nuestra Señora de la Alborada, en Guayaquil, el 31 de enero de 1.985: ‘Los Evangelios no nos hablan de una aparición de Jesús resucitado a María. De todos modos, como ella estuvo de manera especialmente cercana a la cruz del Hijo, hubo de tener también una  experiencia privilegiada de su resurrección’.

¿Podemos imaginarnos el amor, el cariño que Jesús sentía por ella? Me parece que no, porque como Dios que era sería infinito y eso se nos escapa, pero está claro que como Hijo querría que dejase de sufrir y como Dios querría, de alguna manera  hacerle patente su agradecimiento.

Fernando Yáñez de la Almedina.-RENACIMIENTO.-S. XV

 Y además, seguir contando con ella para el ‘después’, como conocemos a través de hechos ocurridos y recogidos por la Tradición y por la experiencia, podríamos decir, de nuestros días.  
 
Pero aquí y ahora, ¿cuál es el papel de María, proclamada ‘Madre de la Iglesia’ por el Papa Pablo VI en el Concilio Vaticano II? En el discurso pronunciado el 21 de noviembre de 1964 en la sesión de clausura de la tercera etapa conciliar, dice en el número 25: ‘Así pues, para gloria de la Virgen y consuelo nuestro, Nos proclamamos a María Santísima “Madre de la Iglesia”, es decir, Madre de todo el pueblo de Dios, tanto de los fieles como de los pastores que la llaman Madre amorosa, y queremos que de ahora en adelante sea honrada e invocada por todo el pueblo cristiano con ese gratísimo título’.                     

Hoy la Madre sigue estando con su Hijo y con nosotros. Continúa dándonos mensajes  de Dios y haciéndonos recomendaciones, por ejemplo, el rezo del Santo Rosario.

 Jorge Afonso - MadreDeus .- RENACIMIENTO

 Así lo hizo con Santo Domingo de Guzmán el año 1.208, cuando personalmente le enseñó a rezarlo  a la vez que le recomendaba la propagación de esta devoción como poderosa arma contra el Maligno y contra los enemigos de la Fe. A lo largo del peregrinar de la Iglesia, María se hace presente de muchas maneras a nivel personal y a nivel comunitario. En muchas ocasiones desea trasladar la voluntad de Dios a su pueblo buscando la conversión de los pecadores, el acercamiento de cada uno de nosotros a su Hijo para que gocemos del Reino que Él nos ha prometido y que tantas veces dio a conocer en su predicación. Tenemos diversos acontecimientos a lo largo de los tiempos en los que ese mensaje divino ha llegado por su mediación.


No me resisto  a remitirme a unos acontecimientos que, de una manera o de otra, han puesto de relieve esa personal actitud de cercanía de la Madre de mostrarse cercana a nosotros desde los primeros momentos de la Historia de la Iglesia hasta hoy en el siglo XXI que nos toca vivir. 

 IL GUERCINO.-BARROCO

Creo que todos los conocemos con más detalles o con menos. Y a excepción del primer caso que expongo, en todos los demás ha ido eligiendo a gente pobre, humilde, incluso analfabetos,  para que fuesen sus interlocutores con el fin de  trasladar su mensaje, con las consiguientes dificultades que todos ellos encontraron, ya que no es habitual que esto ocurra y en todos los casos la Jerarquía eclesiástica ha guardado una exquisita prudencia a la hora de manifestarse, pues ha querido estudiar los sucesos con prudencia y orientar al pueblo con seguridad. Veamos.

BASÍLICA DEL PILAR.-ZARAGOZA.-ESPAÑA

Sabemos que la Virgen, cuando el Apóstol Santiago estaba desanimado por los escasos frutos de su evangelización en España, se le apareció en carne mortal, sobre una columna en Zaragoza y le animó a continuar. La  basílica del Pilar es un exponente de este hecho y a la Virgen la conocemos como Nuestra Señora del Pilar.
BASÍLICA DE GUADALUPE.-MÉXICO
También tenemos la emoción de recordar que Juan Diego Cuauhtlatoatzin, hoy San Juan Diego, tuvo la aparición de la Santísima Virgen en el cerro del Tepeyac, hoy conocida bajo la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe, y recibió de ella el encargo de decirle al entonces Obispo fray Juan de Zumárraga, que quería que allí se le edificara un templo.  Ahí tenemos la  Basílica de Guadalupe, en el norte de la ciudad de México.
SANTUARIO DE LOURDES.-FRANCIA
¿Recuerdan las apariciones de la Virgen en la localidad francesa de Lourdes? Entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858 la Señora se apareció en dieciocho ocasiones a una niña llamada Bernadette Soubirous. En estas ocasiones invitaba a la Penitencia y a la oración por los pecadores, además de vivir una pobreza evangélica. Todos conocemos las peregrinaciones que continuamente se hacen a esta localidad para visitar la gruta y la Basílica.
SANTUARIO DE FÁTIMA.-PORTUGAL
Parecido es el caso de Fátima, en Portugal. En esta localidad Nuestra Señora se apareció a tres niños pastores, Lucía dos Santos, y a sus primos, Jacinta y Francisco Marto. El 13 de mayo de 1917 fue la primera aparición. Según el testimonio de los niños la Virgen hizo varias profecías y entregó unos mensajes conocidos como ‘los tres secretos de Fátima’.

A excepción del caso de la Virgen del Pilar, en los otros tres casos expuestos se hicieron las oportunas investigaciones desde distintos puntos de vista con el fin de asegurarse que no eran fantasías, y no. No lo fueron y ahí tenemos las evidencias. Pero les voy a confesar una sorpresa que he tenido en la preparación de esta entrada y tampoco me resisto a compartirla con ustedes.
CRISTO RESUCITADO CON SU MADRE Y LOS PADRES DEL LIMBO.-FERNANDO YÁÑEZ DE LA ALMEDINA.-RENACIMIENTO
Ya pueden imaginarse que para escribir de cualquier tema debo documentarme previamente. Pues bien. Buscando datos sobre estas apariciones mencionadas, me encontré con una página sorprendente. Un diario digital de San Rafael, en la provincia de Mendoza, en Argentina, da la noticia de que en esa localidad una imagen de la Virgen ‘llora’ sangre. Esto es una noticia que no puede tomarse a la ligera, y si lo pongo aquí es por la garantía, según el diario digital que lo publica, de que las Autoridades eclesiásticas son conocedoras del hecho y están estudiándolo.

No obstante, a partir de esta página fui manejando el buscador a ver si había más diarios que publicasen esta noticia o solamente era el primer diario que vi. Y sí que encontré. Seis más daban la noticia. Incluso uno de ellos  incluía una fotografía en la que se podía leer una nota escrita a mano diciendo que ‘la imagen de la Santísima Virgen fue retirada por orden del Obispo’. Supongo que para preservarla y estudiarla mejor.

Otro diario comentaba que un médico extrajo una muestra de lo que se suponía era sangre y posteriormente determinó que ‘se trata de glóbulos rojos y hemoglobina positiva’. También se comenta en prensa digital que anteriormente la imagen exudaba como un aceite antes de aparecer con lágrimas de sangre. ¿Estamos ante una nueva manifestación de la Virgen? No lo sé. Pero que el Obispado esté, con la conveniente prudencia, estudiando este hecho, es una tranquilidad. Cuando lo considere conveniente y ante los acontecimientos producidos o que se puedan producir, ya se pronunciará.

Lo que queda absolutamente claro es que la Señora, la Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra, está pendiente de todos y cada uno de nosotros, especialmente de los que nos acogemos a su amparo, a su intercesión, a su auxilio, a su mediación. Siempre está abierta a todos para ir renovando la Resurrección de su Hijo en los pecadores convertidos y en los cristianos que perseveramos.

Que Cristo Resucitado y su Madre Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás nos bendigan y asistan.



viernes, 11 de enero de 2013

No está aquí. Ha resucitado

RESURRECCIÓN, BAUTISMO Y NACIMIENTO.-Triptico de Modena.-El Greco.-MANIERISMO


Me impone mucho respeto, sí. No lo puedo evitar. Hablar o escribir sobre el hecho más trascendente y grande de la Historia de la Salvación no es cualquier cosa, pero lo voy a intentar procurando aprovechar lo que dicen las Escrituras, los Padres de la Iglesia y mis modestos estudios.

San Pablo lo vio tan claro que no dudó en transmitirlo a los cristianos de Corinto: ‘Y si Cristo no ha resucitado, tanto mi anuncio como vuestra fe carecen de sentido….’. (1Co. 15, 14); ‘Y si Cristo no ha resucitado, vuestra fe carece de sentido y seguís aún hundidos en vuestros pecados’ 1Co. 15, 17);  ‘Pero no. Cristo ha resucitado de entre los muertos, como anticipo de quienes duermen el sueño de la muerte’ (1Co. 15,  20).

 CRISTO.-DOMENICO PASSIGNANO.-RENACIMIENTO
Es un hecho lo suficientemente importante para querer limitarlo a un acontecimiento histórico más o menos épico que sucedió hace unos cuantos siglos (dos milenios ya) sin ninguna consecuencia para nadie. Craso error. Es precisamente lo contrario.
ANDREA MANTEGNA.-RENACIMIENTO
En la Historia de la Humanidad han surgido grandes Imperios: Alejandro Magno, Roma, Napoleón, el Imperio español, etc, pero en cuanto han desaparecido las personas que los sustentaban con la fuerza de las armas o su ideología se ha superado, han caído como un castillo de naipes. Queda su recuerdo en los libros de Historia. El Logos no murió en la cruz por nada y por eso titulé este blog “Biblia y Logos. Actuación de la Palabra de Dios en la Historia de la Humanidad”. Sí que ha tenido que ver con ella y no es poca cosa.

PEDRO PABLO RUBENS.-BARROCO
La presencia de la Palabra entre los hombres y mujeres de todos los tiempos es un acontecimiento tan importante que el tiempo comenzó a contarse desde el antes y el después del Nacimiento de quien es el Señor de la Historia, que diariamente se hace presente en nuestra historia personal y en la de la misma Iglesia. Precisamente ella es la referencia más importante de la presencia de Jesucristo Resucitado: si al cabo de más de dos mil años de su Nacimiento (recientemente celebrado y conmemorado en la cristiandad, entre las personas que le permanecemos fieles) la Iglesia continúa su labor de Madre y Maestra a pesar de los acontecimientos que ha vivido en todos los tiempos, es porque el Espíritu del Resucitado está entre nosotros y no va a dejarla caer ni abandonarla..

Y si además tenemos en cuenta que el Logos, conociendo las persecuciones que iban a darse en el mundo, más o menos solapadas, otras sangrientas, inspiradas todas ellas por Satanás, príncipe de este mundo, nos dejó un aviso para que permaneciéramos alerta: ‘Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella’.(Mt.16, 18)  Y así está sucediendo.

MURAL.-RON DICIANNI.-S. XX
Es cierto lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica en su punto 652, “La Resurrección de Cristo es cumplimiento de las promesas del Antiguo Testamento (cf. Lc.24, 26-27, 44-48) y del mismo Jesús en su vida terrenal (cf. Mt. 28, 6; Mc. 16, 7; Lc. 24, 6-7). La expresión ‘según las Escrituras’ (cf. 1Co. 15, 3-4 y el Símbolo Nicenoconstantinopolitano) indica que la Resurrección de Cristo cumplió estas predicciones”.

Y San Agustín insiste y establece la importancia auténtica de la Resurrección en la vida de los cristianos y marca las diferencias con los que no lo son: ‘No es grande cosa creer que Cristo muriese, porque esto también lo creen los paganos y los judíos y todos los inicuos: todos creen que murió. La fe de los cristianos es la Resurrección de Cristo; esto es lo que tenemos por cosa grande, el creer que resucitó’. (San Agustín. Comentarios sobre el Salmo 120).

CARL BLOCH.-REALISMO DANÉS
Pero vamos a centrarnos ya en los acaecimientos sucedidos a partir de los relatos evangélicos. Pero con el fin de poder analizar un poquito este prodigio divino entre nosotros, hoy trataré la Resurrección en sí misma. Las otras entradas que le dedique serán para las apariciones a diversas personas, pero no adelantemos acontecimientos. ¿Qué pasó ‘al tercer día’? Partimos del anuncio que el mismo Jesús adelantó. ‘Como estuvo Jonás en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre tres días y tres noches en el corazón de la tierra’. (Mt. 12, 40).

Pero en ese momento nadie se acordaba de estas palabras. Los ánimos de todos, la Madre, los apóstoles, los amigos,…estaban bajo mínimos. Además, eran conscientes que si al Maestro le habían hecho aquella salvajada, ellos podían ir detrás. Y esto les hacía permanecer juntos, sí, pero escondidos. La tristeza, el desconsuelo, la incertidumbre…hacían acto de presencia en sus vidas. Le habían visto realizar milagros y eso le avalaba como Dios, pero había algo que no encajaba.

PAOLO VERONESE.-MANIERISMO
Aquel aciago Viernes Santo había quedado atrás. El segundo día de su muerte, el sábado, Fiesta de la Pascua para los judíos, nadie se acercó al sepulcro, salvo la guardia que Pilatos, a petición del Sanedrín, había colocado allí para vigilarlo. Pero al tercer día de su muerte empezaron nuevos acontecimientos que a todos dejaron asombrados desde su incredulidad, porque

‘Pasado el sábado, ya para amanecer el día primero de la semana, vino María Magdalena con la otra María a ver el sepulcro. Y sobrevino un gran terremoto, pues un ángel del Señor bajó del cielo y acercándose removió la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella. Era su aspecto como el relámpago, y su vestidura blanca como la nieve. De miedo de él temblaron los guardias y se quedaron como muertos. El ángel, dirigiéndose a las mujeres, dijo: No temáis vosotras, pues sé que buscáis a Jesús el crucificado. No está aquí; ha resucitado según lo había dicho. Venid y ved el sitio donde fue puesto. Id luego y decid a sus discípulos que ha resucitado de entre los muertos y que os precede a Galilea; allí le veréis. Es lo que tenía que deciros’. (Mt. 28, 1-7).

DELLA ROBBIA.-RENACIMIENTO
Bueno. ¿Qué se puede decir a esto? Aunque más que ‘decir’ algo, acaso sería más apropiado intentar meternos cada uno en la piel de esas mujeres, imaginar que el ángel se dirige a nosotros y nos cuenta lo que les dijo a ellas, dándonos el encargo de avisar a la comunidad reunida en algún lugar que ellas conocían. ¿Cómo estaríamos nosotros? ¿Qué hubiésemos sentido? San Mateo nos sigue diciendo que ellas ‘Partieron ligeras del monumento, llenas de temor y de gran gozo, corriendo a comunicárselo a los discípulos’. (Mt. 21, 8).

Personalmente pienso que ese ‘llenas de temor’ no refleja su verdadero estado de ánimo. No todos los días se aparece un ángel para dar un mensaje de esa envergadura. Eso ya es un primer motivo para reflexionar sobre la Resurrección. Nosotros, viviendo a más de dos mil años de este acontecimiento, ¿somos conscientes de la alegría que habríamos sentido? Porque ellas habían visto el interior del sepulcro y sabían que estaba vacío. Nadie se había llevado al Maestro porque los soldados lo hubiesen impedido, ya que una desobediencia en ese sentido la hubieran pagado muy cara. Quizá con su vida.

JAMES TISSOT.-S. XIX
San Cirilo, haciendo referencia a este momento, dijo hace mucho tiempo: ‘Y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor. No habiendo encontrado el Cuerpo de Jesús, porque había resucitado, eran agitadas por diversas ideas; y como amaban tanto al Señor y se hallaban tan apenadas por su desaparición, merecieron la presencia de un ángel’. (San Cirilo. Catena Aurea, vol. VI, pág. 524). Parece ser que también meditó algo sobre este fascinante momento.

San Marcos nos da unos datos más que vienen a corroborar lo anterior. Cita a otra mujer, a Salomé, y las tres iban con aromas para ungir al Maestro, pero se planteaban un problema muy serio: ‘¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del monumento? Y mirando, vieron que la piedra estaba removida; era muy grande. Entrando en el monumento, vieron un joven sentado a la derecha vestido de una túnica blanca, y quedaron sobrecogidas de espanto. Él les dijo: No os asustéis. Buscáis a Jesús Nazareno, el crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el sitio donde le pusieron. Pero id a decir a sus discípulos y a Pedro que os precederá a Galilea; allí le veréis como os ha dicho. Saliendo, huían del monumento, porque el temor y estupor se habían apoderado de ellas, y a nadie dijeron nada; tal era el miedo que tenían’. (Mc. 16, 1-8).

PIERO DELLA FRANCESCA.-RENACIMIENTO
San Lucas, en su relato, especifica que ellas entraron en el sepulcro y lo vieron vacío. No hallaron el cuerpo de Jesús. Entonces ‘se les presentaron dos hombres vestidos con vestiduras deslumbrantes. Mientras ellas se quedaron aterrorizadas y bajaron la cabeza hacia el suelo, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí; ha resucitado. Acordaos cómo os habló estando aún en Galilea, diciendo que el Hijo del hombre había de ser entregado en poder de los pecadores, y ser crucificado, y resucitar al tercer día. Ellas se acordaron de sus palabras, y volviendo del monumento, comunicaron todo esto a los once y a todos los demás’. (Lc. 24, 1-9). Ciertamente está muy sintetizado. Es muy conciso el relato de los Evangelios, pero acaso sea para nosotros una invitación para rehacer con nuestra imaginación cada uno de estos momentos, intentar vivirlos, sentirnos protagonistas,…porque de alguna manera tal vez lo seamos.

Claro que algunos soldados que vigilaban la sepultura, movidos quizá por el terror que sentían, no se atrevieron a decírselo a sus jefes. Conocían lo que les podía pasar y marcharon para contárselo a los príncipes de los sacerdotes. ‘Reunidos éstos en consejo con los ancianos, tomaron bastante dinero y se lo dieron a los soldados, diciéndoles: Decid que, “viniendo los discípulos de noche le robaron mientras nosotros dormíamos”. Y si llegase la cosa a oídos del gobernador, nosotros le convenceremos para que no os inquietéis. Ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había dicho. Esta noticia se divulgó entre los judíos hasta el día  de hoy’. (Mt. 28, 11-15).

GERMAIN PILON.-RENACIMIENTO
Pero a pesar de la actitud de los soldados y los sacerdotes, sucedió lo que dice San Jerónimo: ‘Después de la tristeza del sábado resplandece un día feliz, el primero entre todos, iluminado con la primera de las luces, ya que en él se realiza el triunfo de Cristo resucitado’. (San Jerónimo. Comentario al Evangelio de San Marcos 16).

Y…discúlpenme. Ya sé que he puesto solamente cuadros de este momento, pero es que vale la pena mirar cómo han proyectado su arte diversos pintores y escultores, cómo han dado vida a este momento singular mediante el enfoque personal realizado desde sus pinceles o cinceles.

Continuaremos con este tema, raíz de nuestra fe. Que el Señor Resucitado y su Madre nos bendigan abundantemente.

PINTURICCHIO.-RENACIMIENTO

VIRGEN DE LA MERCED.-BARROCO CUSQUEÑO