domingo, 9 de marzo de 2014

Creo en la resurrección de los muertos

RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS.-LUCA SIGNORELLI.-RENACIMIENTO
      'La pregunta por lo que hay después de la muerte fue durante mucho tiempo tema dominante del pensamiento cristiano. Hoy ha caído esta pregunta bajo la sospecha de platonismo que desde Marx y Nietzsche, cada cual a su modo, asedia cada vez con mayor intensidad a la conciencia cristiana. El 'más allá' de la muerte parece como una huida de las tribulaciones y tareas de esta vida, huida que es fomentada con toda intención a modo de falso consuelo por quienes detentan el poder en este mundo'. (EL CREDO, HOY. Benedicto XVI).
     
El Papa emérito pone el dedo en la llaga. El capítulo 13 de este libro, al que titula 'La resurrección de los muertos y la vida eterna', lo inicia con este párrafo, pero todo lo que hay en el capítulo, o mejor dicho, en todo el libro, no tiene desperdicio. Posee una gran profundidad y en él queda reflejado el gran teólogo que es. Sinceramente les digo que si algún día fuese declarado 'Doctor de la Iglesia' no me sorprendería lo más mínimo. Pero si eso así se hiciera, yo ya no lo vería desde este mundo, sino desde el que espero alcanzar con la ayuda de la misericordia de Dios y la intercesión de la Santísima Virgen: el Reino de Dios, prometido por Jesucristo en quien creo firmemente.
      Hoy ya no 'se lleva' eso de hablar de la Vida Eterna. Si saliéramos a preguntar en la calle a los transeúntes, casi nadie sabría decir qué es. Y de haber alguien que se animase a dar su opinión, es muy posible que lo hiciese desde un enfoque de lo que aprendió cuando era niño.
      A poco que echemos un vistazo a nuestro alrededor, veremos que existe un movimiento en todo el planeta que no desea saber nada de todo eso. Parece pasado de moda porque el materialismo que poco a poco (o mucho a mucho) se va haciendo patente en todas partes, se preocupa de ir destruyendo los valores humanos (y no digamos los cristianos) enfocando hacia el hedonismo, el 'tener', el consumir y otros 'valores' semejantes la manera normal de vivir en esta vida .
Y de paso, se ridiculiza (o se persigue, más o menos solapadamente), a la Iglesia porque levanta su voz, o mejor dicho, la voz de Jesucristo contenida en el Evangelio, porque su mensaje es para toda la Humanidad de todos los tiempos. Él sigue creando la vida y desea que todos tengamos el tipo de vida que deseaba darnos desde el principio de la existencia de los seres humanos, o sea, desde el tiempo que creó a Adán y a Eva.
      Verdaderamente hablar de la resurrección de la carne y de la Vida Eterna va unido, porque ambas cosas deben ser vistas desde la fe y después de la primera (y nada hay más cierto que TODOS hemos de morir porque lo estamos viendo a diario), viene la segunda, porque como cristianos hemos de creer que existe otra vida, ya que así lo indicó el mismo Jesucristo: 'En la casa de mi Padre hay lugar para todos; de no ser así, ya os lo habría dicho; pero ahora voy a prepararos ese lugar. Una vez que me haya ido y os haya preparado el lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que podáis estar siempre donde voy a estar yo'. (Jn. 14, 2-3).
LA GLORIA DE DIOS.-FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES.-NEOCLASICISMO
      No es, pues, ninguna utopía. Existe la otra vida. Otra cosa muy diferente son las distintas 'filosofías' de la gente: 'Yo no lo he visto...', 'Eso nadie lo puede demostrar...' y ese largo etcétera de los enteradillos de turno. También es otra cosa diferente el 'cómo será'. De cualquier manera voy a centrarme en el primer aspecto: la resurrección.
      Debo confesar que creo en ella ciegamente por una sencilla razón: Jesucristo resucitó. No hace falta nada más. Mi fe se fortalece cuando pienso y medito en ella. Él mismo lo decía a sus discípulos antes de padecer: 'Y comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre debía padecer mucho, ser rechazado por los ancianos, por los príncipes de los sacerdotes y por los escribas, y ser llevado a la muerte y resucitar después de tres días. Hablaba de esto claramente'. (Mc. 8,31-32a). Pienso que esto ya lo sabrían ustedes de sobra. 
RESURRECCIÓN DE CRISTO.-ANNIBALE CARRACCI.-BARROCO
      Sin olvidar y teniendo presente que los saduceos negaban la inmortalidad del alma y no creían en la resurrección, le plantearon a Jesús un problema, que San Marcos recoge muy acertadamente, precisamente sobre la resurrección. El Maestro no se esconde en la respuesta que les da: 'Jesús les contestó: -Estáis muy equivocados porque no entendéis las Escrituras ni el poder de Dios.Cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, sino que serán como ángeles en los cielos. Y en cuanto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en el episodio de la zarza, como Dios le dijo: -Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? No es un Dios de muertos, sino de vivos. Estáis en un gran error'. (Mc. 12, 24-27).
TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR.-SANDRO BOTTICELLI.-RENACIMIENTO
      Con las Sagrada Escrituras en la mano debiera ser razón suficiente para creer en la resurrección. San Pablo también nos dice hoy lo mismo que les dijo a los cristianos de Corinto en su primera carta: 'Ahora bien, si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos ¿cómo andan diciendo algunos entre vosotros que no hay resurrección de los muertos? Si no hay resurrección de los muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si no resucitó Cristo, tanto mi anuncio como vuestra fe carecen de sentido.
      Resulta incluso que somos falsos testigos de Dios porque damos testimonio contra Él al afirmar que ha resucitado a Jesucristo, siendo así que no lo ha resucitado, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado. Y si Cristo no ha resucitado, vuestra fe carece de sentido y seguís aún hundidos en vuestro pecado. Y por supuesto también habremos de dar por perdidos a los que han muerto en Cristo. Si nuestra esperanza en Cristo no va más allá de esta vida, somos los más miserables de todos los hombres. Pero no. Cristo ha resucitado de entre los muertos, como anticipo de quienes duermen el sueño de la muerte. Porque lo mismo que por un hombre vino la muerte, también por un hombre ha venido la resurrección de los muertos'. (I Cor. 15, 12-21).
     
Como pueden ver, hay una base muy seria para creer en la resurrección de los muertos: San Pablo, los Evangelios y el mismo Jesucristo. Un interrogante que quizá podría plantearse alguien podría ser el 'cómo resucitaremos', si tendremos el mismo cuerpo y cosas por el estilo. 
DUDAS DE SANTO TOMÁS.-BERNARDO STROZZI.-BARROCO 
Realmente, teniendo como referencia cierta la resurrección de Jesucristo, será con nuestro propio cuerpo, pero no con los límites y condicionantes que ahora tenemos. Será un cuerpo espiritual, perfecto, sin defectos, enfermedades ni nada que se le parezca.
      Cuando Jesucristo se apareció a los apóstoles que estaban reunidos, no se  acababan de creer que fuera el Maestro. Fue Él quien les dijo que tocaran sus manos y se convencieran de tenerlo entre ellos. Es uno de los pasajes más emocionantes del Evangelio: 'Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos y les dijo: -Paz a vosotros. Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían un espíritu. Pero Él les dijo: -¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían y estaban maravillados, les dijo: -¿Tenéis aquí algo de comer? Entonces le dieron parte de un pez asado y un panal de miel. Y Él lo tomó y comió delante de ellos'. (Lc. 24, 36-43).  
JESÚS RESUCITADO SE APARECE A SUS DISCÍPULOS.-ARNOLD FRIBERG.-S. XX
      Bueno. Aquí hay unos detalles que no los podemos perder de vista. A los discípulos les costaba creer que estuviese allí, con ellos nuevamente, deseándoles la paz con la misma voz que tantas veces habían oído, pero Jesús se dio cuenta de su incredulidad (totalmente normal) y les invitó a mirar sus manos y pies traspasados con las huellas de la crucifixión. Vieron que realmente era Él, pero como no acababan de asimilarlo del todo, tuvo el detalle de pedirles que le dieran de comer para que se acabasen de convencer. 
     
¿Realmente tenía apetito? No lo creo, pero  le pareció conveniente hacerlo así teniendo un gesto como el que tantas veces habían presenciado. Lo hizo y 'comió delante de ellos'
LO RECONOCIERON AL PARTIR EL PAN 
Ese momento, así como los que vivieron con Jesús hasta su Ascensión, marcaron aún más sus vidas. Estoy convencido que sus respectivas predicaciones cuando comenzaron su trabajo evangelizador, el de la resurrección de su Señor, Maestro y Amigo, así como aquel momento de su aparición ante ellos, sería uno de sus temas más ardientes y preferidos.
     
La Iglesia ha ido transmitiendo esto a lo largo de los siglos y fue en el IV Concilio de Letrán donde ya se dijo que 'todos resucitarán con su propio cuerpo, que tienen ahora'. Uno de los Padres de la Iglesia dice refiriéndose a la resurrección: '¿Qué es lo que como grano de trigo se siembra y se pudre en la tierra, en la cual se arroja la semilla? 
SAN IRENEO DE LYON 
Y por eso afirma: "Se siembra en deshonor, se resucita en gloria". (I Cor.15, 43). Pues ¿qué es más deshonroso que la carne muerta? ¿Y qué más glorioso que la carne resucitada que recibe la incorrupción? "Se siembra en debilidad, resucita en poder": en su debilidad, porque siendo de tierra a la tierra regresa; mas en el poder de Dios, que le resucita de los muertos: "Se siembra un cuerpo animal, resucita un cuerpo espiritual". (I Cor. 15, 44)'. (San Ireneo de Lyon).
       San Pablo nos aclara esto diciendo que 'Jesús transformará nuestro mísero cuerpo en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud del poder que tiene para someter todas las cosas'. (Flp. 3, 21). El Magisterio de la Iglesia Católica recoge todo este tema de la resurrección en los puntos 997 hasta el 1004 de su Catecismo. Continuaré en la próxima entrada con el tema de la Vida Eterna, con lo cual finalizaré el comentario del Credo.
      Que Jesucristo resucitado y su Madre Nuestra Señora del Rosario nos bendigan. 

VIRGEN DEL ROSARIO.-CRISTÓBAL DE VILLALPANDO.-BARROCO COLONIAL

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