sábado, 22 de junio de 2013

Vendrá a juzgarnos…(I)

JUICIO FINAL.-STEFAN LOCHNER.-GÓTICO INTERNACIONAL


Caramba. Tal como suena el título de la entrada parece que la cosa no vaya con nosotros. ¿Juzgarnos? ¿A nosotros? ¿A mí en concreto? Nos ponemos a pensar y es probable que recordemos que cuando  nos preparábamos para recibir la Primera Comunión nos hablaban de ese Juicio y de lo que venía después. Pero, ¿ahora? ¿En el siglo XXI?

Pues sí, amigos. En estos tiempos con la tecnología que tenemos, con los avances científicos, algunos de los cuales parece que quieren hacerle la competencia a Dios como si la Humanidad quisiera trascender a su Creador, existe la tendencia de prescindir de Él como si fuera un concepto trasnochado y pasado de moda. Y eso es muy peligroso.

Nuestro aprendizaje del Catecismo nos llevó a conocer las Postrimerías de la vida que son para todos. Para cada cosa en concreto. La primera de todas, la muerte, de la que nadie nos vamos a escapar y de la que hablaremos algún día, si Dios quiere. Y después de ella, ¿qué? 
 LAS POSTRIMERÍAS.-JUAN VALDÉS LEAL.-BARROCO
Jesús nos dijo en varias ocasiones, directa o indirectamente, ‘algo’ sobre este tema. ‘La vida no depende de las riquezas’. (Lc. 12, 15) Esto es una cosa que hoy n o le hacemos caso. Al contrario. Vamos atesorando y todo parece que va en esa dirección. Los valores humanos y los espirituales se intenta desterrarlos de nuestra sociedad.

Un hombre rico tuvo una cosecha abundante y empezó a pensar qué haría con todo  eso. ‘Ya sé lo que voy a hacer, derribaré mis graneros, construiré otros más grandes, almacenaré en ellos todas mis cosechas y mis bienes, y me diré: -Ahora ya tienes almacenado para muchos años; descansa, come, bebe y pásalo bien. Pero Dios le dijo: -¡Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién va a ser todo lo que has acaparado? Así le suceda a quien atesora para sí en lugar de hacerse rico ante Dios’ (Lc. 12, 15-21).

Esta es una de las ocasiones en las que Jesús aprovecha una situación previa planteada para darnos un aviso. 
 Ese rico ‘previsor’ se presentaría ante Dios esa noche y, según cuentan algunos que les ha pasado, ven lo que ha sido su vida hasta en los detalles más ínfimos. Y se encuentran solos.
 PARÁBOLA DEL HOMBRE RICO.-REMBRANDT.-BARROCO
 Se dan cuenta que no hay marcha atrás. En algunos casos la misericordia divina les ha permitido volver y han dado a su vida un giro radical. Han enmendado sus actitudes en justo agradecimiento al detalle que Dios, Uno y Trino, ha tenido con ellos.

PARÁBOLA DEL RICO EPULÓN Y LÁZARO.-GUSTAVE MOREAU.-SIMBOLISMO
Pero no acabamos de ver que ‘eso’ vaya con nosotros. Jesús insiste con más y más ejemplos. ‘Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino y todos los días celebraba espléndidos banquetes.

Y había también un pobre llamado Lázaro…que deseaba saciar su hambre con lo que tiraban de la mesa del rico…Un día el pobre murió y fue llevado al seno de Abraham. También murió el rico y fue sepultado. Y en el abismo, cuando se hallaba entre torturas, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro en su seno. Y gritó: -Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje en agua la yema de su dedo y refresque mi lengua, porque no soporto estas llamas. Abraham respondió: -Recuerda, hijo, que ya recibiste tus bienes durante la vida, y Lázaro, en cambio, males. Ahora él está consolado y tú atormentado…’

Cuando vio que no había nada que hacer pidió que mandase a Lázaro a su casa para avisar a su familia que enmendasen sus vidas. La respuesta que recibió de Abraham también estaba clara y no admitía discusión alguna: ‘Ya tienen a Moisés y a los profetas. ¡Que los escuchen! 
 RICO EPULÓN EN EL INFIERNO.-JAMES TISSOT.-S.XIX - XX
Él insistió: -No, padre Abraham, si se les presenta un muerto se convertirán. Entonces Abraham le dijo: -Si no escuchan a Moisés y a los profetas, tampoco harán caso aunque resucite un muerto.’ (Lc. 16, 19-31).

Patético si se quiere, pero real. Eso es lo que tenemos. Jesús llama ‘insensato’ al rico que hizo planes para muchos años. ¿Cuántos insensatos existen hoy en el mundo? ¿Alguien puede saber el momento de presentarse ante Dios en lo que es conocido como el ‘juicio particular’ de cada persona? ¿Va a ir con sus manos llenas o vacías? ¿Qué será lo que oirá de parte de Dios, ya para toda una eternidad, como en el caso del rico que veía la necesidad de Lázaro y no se preocupaba de su hambre?

En este último caso nos encontramos con algo más claro. Abraham responde a la petición del rico que mande al pobre Lázaro que tienen a Moisés y a los profetas que decían las cosas con claridad meridiana, pero ¿y hoy? Amigos…Hoy tenemos Alguien superior a Moisés y a los profetas. Es el mismo Dios, hecho hombre en la persona de Jesús de Nazaret, quien nos ha marcado una pauta de vida y nos ha dejado, como en todos los tiempos ha hecho, una libertad para ser rectamente usada.

En nombre de ella se cometen las mayores barbaridades y aberraciones, porque esa libertad tiene unos límites establecidos en la Ley Natural, Ley de Derecho Divino establecida en el Sinaí, para los hombres y mujeres de todos los tiempos. El ‘No matarás’ obliga a todos y para todos los casos. Pero hay quien se empeña en hablar de ‘muerte digna’ a la eutanasia, como si la muerte fuese digna o indigna. La muerte es lo que es y es para todos. Como he dicho anteriormente, hablaremos de ella.

El grito absurdo de esas mujeres ‘nosotras parimos, nosotras decidimos’, plantea una falsa premisa referente a su libertad, porque la vida del ser que puedan llevar en su interior es innegociable y tiene derecho a vivir. Dios es el Señor de la Vida y a Él pertenece disponer de ella. Pero prescindimos del Creador y queremos hacer lo que queramos en nombre de una falsa idea de la libertad. ¿Estarán llamando luego a Jesús para que envíe al inocente que abortaron con la yema mojada de su dedito para aliviarles su sufrimiento?

JUICIO FINAL.-PIETER POURBUS.-RENACIMIENTO
El ‘no codiciarás los bienes ajenos’ del Decálogo, supone respetar lo que no es nuestro, pero algunos, podridos de dinero y corrupción, no se detienen ante nada ni nadie y consiguen riquezas por medios ilícitos. Hay quien con engaños se ha quedado con los ahorros de ancianos y de personas humildes que, con sacrificios sin cuento, habían conseguido tener algo de dinero recogido para su vejez o para algunas necesidades imprevistas.

CONVERSIÓN DE SAN PABLO.-ANDREA SCHIAVONE.-RENACIMIENTO
Quizá alguno piense que me estoy poniendo apocalíptico y que exagero. Pienso que no, y la prensa diaria constantemente nos está contando casos concretos a diario. Las cosas son como son. Es innegable que Dios y la Iglesia han tenido y siguen teniendo persecuciones porque algunos se empeñan en que ‘molestan’ para los objetivos de sus vidas. Se les puede aplicar lo que el mismo Jesús dijo a Saulo, según le cuenta al rey Agripa cuando le refirió su conversión: ‘Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Es inútil que des coces contra el aguijón. Yo pregunté: -¿Quién eres, Señor?  Y el Señor respondió: -Yo soy Jesús, a quien tú persigues’ (Hech.26, 14-15). Pues…eso mismo es posible que algunos, incluso los que hoy orquestan una persecución a Jesucristo más o menos solapada, oigan cuando en sus oídos resuene la voz de Jesús al ser llamados a su presencia.

LA PARUSÍA.-MARTEN DE VOS.-MANIERISMO
No hay que jugarse la eternidad, que mal que le pese a quien sea, existe. Para lo bueno y para lo malo. Si creemos y esperamos en Jesucristo, esforzándonos en cumplir su voluntad, con todos nuestros fallos y errores, nada hemos de temer. Su misericordia es infinita. Si se va ‘de listo por la vida’ y le obvia en su existencia, corre el riesgo de no tener ocasión de cambiar el rumbo de la vida que lleva. Cierto es que Dios no se vuelve atrás de lo que dice, y cuando dijo por medio de Isaías que ‘aunque vuestros pecados sean como escarlata, blanquearán como la nieve; aunque sean rojos como púrpura, quedarán como la lana’. (Is.1, 18), lo cumple y lo cumplirá. Eso es Palabra de Dios y no tiene nada que añadir ni que quitar. 
La próxima entrada acabaremos este tema, si Dios quiere.

Que Jesucristo Glorioso y su Madre, Nuestra Señora de Beauraing, nos bendigan y protejan

domingo, 2 de junio de 2013

Subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre

ASCENSIÓN DE JESUCRISTO.-SALVADOR DALÍ.-SURREALISMO 
¿Cuántas veces habremos celebrado los cristianos esta festividad? Recuerdo que desde mi infancia oí un refrán que decía: ‘Tres jueves hay en el año que relucen como el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el Día de la Ascensión’.  Eran unas festividades entrañables por los distintos contenidos que cada una encierra y continúan siéndolo. Pero ¡qué pena que estas dos últimas se haya trasladado su celebración a domingo! Parece, al menos para mí, que les falte algo…
Aunque en anteriores ocasiones las haya tocado de pasada, en el comentario del Credo que estamos haciendo tiene un lugar. Y muy importante, porque es posible que no nos hayamos detenido a profundizar en su significado. ¿Qué encierra la expresión ‘Subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso?
SANTÍSIMA TRINIDAD Y LA VIRGEN.-MIGUEL CABRERA.-S.XVIII.-
ARTE COLONIAL
En el Credo está, ciertamente de forma muy sucinta, el proyecto de la Santísima Trinidad con la Humanidad y nuestra aceptación de todo cuanto en él se expone. Después de expresar que creemos y aceptamos al Padre como Creador, pasamos a enumerar los distintos momentos en que el Hijo, Segunda Persona de la Santísima Trinidad, asume nuestra naturaleza humana en la persona de Jesús de Nazaret, como Redentor y Salvador de todas las personas, y que a los largo de los siglos fue anunciado por los Profetas y recogido en las Escrituras, incluido que nacería de una Madre Virgen, la cual tuvo un especial protagonismo en la Redención, como todos conocemos. Él era, real y verdaderamente, la presencia de Dios en nuestro mundo, la Palabra Creadora con la que el universo fue creado. El Logos.
Pues bien. Cuando se cumple la plenitud de los tiempos y se hacen realidad todas la profecías anunciadas, se plenifica la Redención con la Resurrección de entre los muertos de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, venciendo a la muerte y, sobre todo, venciendo al padre de la mentira y del Mal y a sus ángeles rebeldes.
RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO .- 
AGNOLO BRONZINO.- RENACIMIENTO
Una vez cumplida la misión para la que había nacido, ya no tenía razón de ser su   estancia sobre nosotros. Pero como nos conocía y nos quería para Él no nos abandonó a nuestras fuerzas que, ciertamente, eran pocas. Preparó las cosas para continuar estando de forma distinta con nosotros, con cada uno de nosotros, dejándonos la Iglesia y los Sacramentos, especialmente la Eucaristía. Y de ese aspecto es el que voy a intentar comentar en esta entrada.
San Lucas, al final de su Evangelio, nos relata el momento: ‘Los llevó hasta cerca de Betania, y levantando sus manos, les bendijo, y mientras les bendecía se alejaba de ellos y era llevado al cielo. Ellos se postraron ante Él y se volvieron a Jerusalén con grande gozo. Y estaban de continuo en el templo bendiciendo a Dios’. (Lc. 24, 50-53).

Hay varios puntos en los que me he detenido a meditar en distintas ocasiones. La Redención no tiene otro objetivo que recuperemos la oportunidad de estar con Dios. Él no se resigna a perdernos por la desobediencia de nuestros primeros padres. 
ASCENSIÓN DE JESÚS .- GAROFALO.-MANIERISMO
Nos quiere ver absoluta y totalmente felices. ¡Si nos creó para eso! De hecho, una de las primeras cosas que hace Jesús al resucitar es descender al Limbo de los Justos para anunciarles la liberación del estado en el que estaban y que gozasen plenamente de Dios, en el que habían creído y con quien habían colaborado.
Al ascender al cielo hace realidad la promesa hecha un tiempo antes: ‘En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así os lo diría, porque voy a prepararos el lugar. Cuando yo me haya ido y os haya preparado el lugar, de nuevo volveré y os tomaré conmigo para que donde yo estoy esteis también vosotros.’(Jn. 14, 2-3). Dicho con otras palabras, desea que todos participemos de su Vida en la auténtica Casa: su Reino, del que tanto habló y que tan pocos entendieron. Fue a partir de Pentecostés, al hacerse presente el Espíritu de Dios a la Virgen y a los discípulos, cuando comienzan a entender el mensaje del Maestro. 
San Pablo dice cuando escribe a los cristianos de Éfeso: ‘No ceso de dar gracias por vosotros y de hacer de vosotros memoria en mis oraciones para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo y Padre de la gloria os conceda espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él, iluminando los ojos de vuestro corazón. Con esto entenderéis cuál es la esperanza a que os ha llamado, cuáles las riquezas y la gloria de la herencia otorgada a los santos y cuál la excelsa grandeza de su poder para con nosotros los creyentes, según la fuerza de su poderosa virtud, que Él ejerció en Cristo resucitándolo entre los muertos y sentándolo a su diestra en los cielos’. (Ef. 1, 16-20).
Pienso que no comprenderemos del todo nuestro papel en el mundo si solamente miramos y nos quedamos con la forma de vida que nuestra sociedad nos presenta. Parece que solamente desde el materialismo y el ‘tener’ o ‘poseer’ (cosas, objetos, dinero,…) vamos a encontrar nuestro camino de cara a un futuro. 
SAN AGUSTÍN Y SANTA. MÓNICA
Al nuestro. Craso error. Nuestro destino último, por mucho que se nos quiera apartar de ese camino, es Dios. ‘Nos hiciste para Ti, Señor, e inquieto está nuestro corazón hasta que descanse en Ti’. Conocen al autor de este pensamiento, ¿verdad? San  Agustín tardó en darse cuenta, pero cuando lo hizo encontró el auténtico Camino de su vida. Su madre, Santa Mónica, sabe lo que lloró y sufrió hasta que su hijo dio el vuelco. No importa el tiempo. Lo importante es que nos entreguemos a la Misericordia de Dios y nos empeñemos en dar el vuelco necesario. La paciencia de Dios es infinita. Su Misericordia, también.
El mismo Jesús durante su vida pública tuvo que luchar contra muchas concepciones sociales y de la interpretación de la Ley Mosaica en su tiempo. Pero lo hizo. Nosotros, dentro de nuestros límites, debemos seguir su ejemplo y pedir la acción del Espíritu en nosotros. Entre otras cosas, para eso se hizo presente en Pentecostés: ‘Recibiréis la virtud del Espíritu Santo que descenderá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda la Judea, en Samaria y hasta los confines de la tierra’. (Act. 1, 8). Somos la esperanza de Jesucristo. Sus instrumentos. Sus colaboradores. Sus hermanos inmersos en la Iglesia por Él fundada y que tanto se ha perseguido siempre y también ahora.
Estas palabras suyas son las que han motivado a la Iglesia a adentrarse en la Historia con la bandera de la Palabra de Jesucristo, cumpliendo el encargo recibido. El Papa Francisco es ahora el timonel de la barca de Pedro. Nosotros, la tripulación. Cada generación hará realidad este encargo a golpes de Espíritu Divino que se encargará de que en cada tiempo, en cada etapa de la Historia, se conozcan los signos de los tiempos y la voluntad del Supremos Hacedor.
PENTECOSTÉS.-JUAN BAUTISTA MAÍNO.-BARROCO
 ‘Y las puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia’ (Mt. 16, 18). ‘El cielo y la tierra pasarán pero mis palabras no pasarán’. (Mt. 24, 35)
Entonces, ¿hemos de vivir alejados de la sociedad, de cuanto nos rodea, de lo que queremos,..? ¡No, por favor! No es eso. Vamos a fijarnos en el relato que de la Ascensión de Jesús hacen los Hechos de los Apóstoles: ‘Diciendo esto y viéndole ellos, se elevó, y una nube le ocultó a sus ojos. Mientras estaban mirando al cielo, fija la vista en Él, que se iba, dos varones con hábitos blancos se les pusieron delante y les dijeron: -Varones galileos, ¿qué hacéis mirando al cielo? Ese Jesús que ha sido llevado de entre vosotros al cielo vendrá así como le habéis visto ir al cielo.. Entonces se volvieron del monte llamado Olivete a Jerusalén, que dista de allí el camino de un sábado’. (Act.1, 9-12).
ASCENSIÓN DE XTO.-HARRY ANDERSON.-S. XX
Si observamos el momento, realmente emocionante para ellos (y tal vez para nosotros si intentáramos ‘estar’ allí presenciándolo), solamente vivían el ‘ahora’. No lo olvidarían jamás ese instante, realmente trascendente y único. Pero el mensaje que recibieron de los mensajeros celestiales les sacó de su ensimismamiento. Se volvieron a Jerusalén. Poco a poco se fueron percatando que para ellos todo empezaba a partir de ahora. Volvieron a su realidad. ‘Estaban de continuo en el templo bendiciendo a Dios’, como hemos dicho antes. Pero eso fue el principio. Después…había que hacer realidad el encargo recibido: ‘Seréis mis testigos hasta los confines de la tierra’. Y empezaron. Y con ellos empezó la Historia de la Iglesia que Jesucristo nos dejó en herencia para nuestro bien. Y que nosotros, al nacer y recibir el Bautismo, recibimos unas páginas para escribir en ellas una parte de esa Historia. Porque también somos herederos y destinatarios de aquel encargo que dio en su Ascensión.
Pero ese es nuestro camino. Jesucristo con su Ascensión nos está preparando la nuestra para ocupar la ‘morada’ que nos tiene destinada. Hemos de tener los pies en el suelo viendo la realidad que nos rodea y dar la respuesta que Él mismo hubiera dado, según los carismas o talentos que nos ha dado para ser sus testigos, sus ojos, sus manos, sus pies,…en el tiempo que vivimos aun con las limitaciones que tengamos. 
ASCENSIÓN DE CRISTO.-HERMANOS LIMBOURG.-GÓTICO INTERNACIONAL
Lo que no debemos permitir es que fracase en nosotros el sacrificio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Quien lo dio todo por cada uno de nosotros. Se trata de dar una respuesta, la nuestra, en la construcción del Reino de Dios.
Finalizo con las palabras del beato Juan Pablo II, que lo recogió muy bien: ‘El misterio de la Ascensión nos abre hoy el horizonte ideal desde el que se ha de enfocar este compromiso. Es, ante todo, el horizonte de la victoria de Cristo sobre la muerte y el pecado. Asciende al cielo como rey de amor y paz, fuente de salvación para la humanidad entera. Asciende ‘para ponerse ante Dios, intercediendo por nosotros, como hemos escuchado en la carta a los Hebreos (Heb. 9,24). La palabra de Dios nos invita a tener confianza: ‘es fiel quien hizo la promesa’ (Heb. 10, 23) .- (Juan Pablo II. 24 de mayo de 2001.-Homilía en la clausura del VI Consistorio Extraordinario).

Que Nuestro Señor Jesucristo, ya a la derecha del Padre, y su Madre Nuestra Señora de Eunate nos bendigan y protejan.