jueves, 15 de octubre de 2015

Santa María, Madre de Dios…(III)

INMACULADA CONCEPCIÓN.-TIÉPOLO.-BARROCO
      Decía al final de la entrada anterior que 'existen muchas más citas de los Santos Padres sobre la Inmaculada Concepción de la Virgen' y es cierto. Permítanme, por favor, que antes de entrar en las Sagradas Escrituras les proponga uno de los textos que más me gustan de los Padres, sobre el tema que tratamos. En él, su autor, San Efrén, nos muestra muchos títulos o piropos (realmente no sé cómo llamar a esas preciosidades que le dice, pero que siguen vigentes hoy) que dedica a la Madre de Dios, en un párrafo tan corto: 
      'Señora Nuestra Santísima, Madre de Dios, llena de Gracia: Tú eres la gloria de nuestra naturaleza humana, por donde nos llegan los regalos de Dios. Eres el ser más poderoso que existe, después de la Santísima Trinidad; la mediadora de todos nosotros ante el mediador que es Cristo; Tú eres el puente misterioso que une la tierra con el cielo, eres la llave que nos abre las puertas del Paraíso; nuestra Abogada, nuestra Intercesora. Tú eres la Madre de Aquel que es el ser más misericordioso y más bueno. Haz que nuestra alma llegue a ser digna de estar un día a la derecha de tu Único Hijo, Jesucristo. Amén!!'.
      Sencillamente, genial. Podríamos, incluso, considerarlo una oración a María, digna de ser comentada detenidamente porque puede dar mucho de sí. Ahora, entrando ya en el tema que hoy nos ocupa, viene un primer interrogante: ¿Es posible que la figura de María pueda estar insinuada o sugerida en el Antiguo Testamento? Pienso que sí, pero antes de meterme en ello deseo hacer constar nuevamente que mis conocimientos son muy limitados porque no poseo estudios profundos sobre este y otros temas. Pero al menos me he  preocupado desde siempre de documentarme, aunque fuera de forma elemental, sobre este y otros aspectos de la Virgen. A eso, añado mi profundo respeto y cariño hacia esa Mujer a quien tanto debo, admiro y quiero.
 PROTOEVANGELIO.-SALVATORE NOBILI.-S. XIX
      El primer sitio al que recurrí fue, lógicamente, el Génesis. ¿Por qué? Muy sencillo: es lo primero que me enseñaron en la clase de Religión sobre la Redención. La palabra no se me olvidó nunca: el Protoevangelio. Dicho de forma rápida, es el contenido de la promesa que Dios hace de restaurar la relación habitual entre Él y el género humano, roto por la desobediencia de nuestros primeros padres al Creador, por culpa del diablo en forma de serpiente. Pero creo que esto merece un detalle más minucioso.
      El capítulo 3 del primer Libro del A.T. es el que contiene todo cuanto hace referencia a lo que tratamos. 
ADÁN Y EVA COMEN DE LA FRUTA PROHIBIDA.-ANDREA MANTEGNA.-RENACIMIENTO 
En él podemos ver los personajes que intervienen en esta triste situación, que tanto mal aportó a la Humanidad: colocar el pecado y el mal en el mundo. Todos ellos son suficientemente conocidos por nosotros:       
      - Los protagonista directos, Adán y Eva, en contacto directo con su Creador a diario.
      - El diablo, origen y esencia del mal, de la clase que fuere, tomando la apariencia de serpiente, animal hasta ese momento inocente en el Edén y por eso mismo no pudieron sospechar nada nuestros primeros padres.
      - Y el Creador, Señor de la Vida y del Amor, que quiso compartir todo eso con esos seres que creó, a quienes dotó de unas virtudes y de unos dones, en quienes volcó tanto su cariño que los dotó con el más hermoso de los dones concedidos: crearlos a su imagen y semejanza: 'Y creó Dios a los hombres a su imagen; a imagen de Dios los creó; varón y hembra los creó?. (Gén. 1, 27).
      Después de hacer caso de la serpiente se dieron cuenta de lo pésimamente mal que habían obrado. El autor del Libro lo manifiesta de una manera muy delicada: 'Entonces se les abrieron los ojos, se dieron cuenta que estaban desnudos, entrelazaron hojas de higuera y se hicieron unos ceñidores'. (Gén. 2, 7). Y lo que tenía que pasar, inevitablemente pasó: 'Oyeron después los pasos del Señor Dios que se paseaba por el huerto al fresco de la tarde, y el hombre y la mujer  se escondieron de su vista entre los árboles del huerto'. (Gén. 3, 8).
DIOS CASTIGA A ADÁN Y A EVA
      Pero el encuentro se produjo y a aquella primera pareja humana se les subieron los colores de la vergüenza a sus rostros cuando se presentaron ante Él. Ante su interpelación de lo sucedido y el motivo de esconderse se sucedieron las excusas, ninguna convincente, y menos, para Dios. La primera en recibir su castigo sin contemplaciones de ninguna clase, fue la serpiente, la verdaderamente culpable de haber roto la armonía de la Creación.: 'Por haber hecho esto serás maldita entre todos los animales y entre todas las bestias del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás polvo todos los días de tu vida. (Gén. 3, 14).
      Dios conoce perfectamente que el plan del Maligno va realmente contra Él a través de esos seres tan especiales creados con tanto mimo por el Hacedor. 
DIOS MALDICE LA SERPIENTE
      Precisamente porque volcó su amor en ellos, no se resigna a perderlos e inmediatamente hace su anuncio: 'Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo; él te herirá en la cabeza, pero tú sólo herirás su talón' (Gén. 3, 15). En estas palabras finales que le dirige está contenido el Protoevangelio. ¿Es esa la razón por la que el castigo que da a la mujer es más 'suave'? No solamente no la maldice, sino que de su linaje, de su descendencia a lo largo de los siglos, habrá quien 'le herirá en la cabeza al diablo'. 
      La lógica nos dice que 'la mujer' que parirá a quien deba poner en su sitio definitivo al Maligno, deberá ser de una envergadura moral muy superior a Eva, y su descendencia habrá de superar al padre de la mentira. (Solamente hubo una persona que pudiese decirle con autoridad irrebatible: 'Apártate, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a Él darás culto'. (Mt. 4, 10). Saben a quién me refiero, ¿verdad?). Sinceramente. En el primer caso, pienso que está refiriéndose a la Llena de Gracia, sin mancha de pecado alguno, y teniendo que llevar en su seno a quien plantará cara al diablo, desde el primer momento de su concepción deberá carecer de pecado, incluso del original.
CRISTO TENTADO POR SATÁN.-WILLIAM BLAKE.-NEOCLASICISMO
      Si además tenemos en cuenta que esa criatura entra en los cálculos del Padre desde el primer momento que concibe la redención del género humano, anuncia ya la promesa de un Redentor, está clarísimo, al menos para mí, que ya piensa en ella libre de toda pertenencia , por mínima que sea, del diablo. Con el paso de los siglos y cuando consideró llegado el momento, pensó en unos padres para esa criatura y en el mismo instante de ser engendrada, fue absolutamente Inmaculada por expreso deseo del Creador.
      Este Santo ya tuvo en el siglo IV la especial iluminación para darse cuenta de este hecho: un ser como Ella, lleno de Gracia según el anuncio de San Gabriel, continuó con la plenitud de su Gracia incluso cuando marchó con su Hijo al Reino de los Cielos.
      'El Espíritu Santo descendió al seno de la Virgen acompañado de todas las virtudes inseparables de su divina esencia y convenientes a su soberanía: la llenó de tantos bienes, que la hizo agradable en todo y mereció llamarse 'llena de Gracia', porque estando llena del Espíritu Santo recibió la plenitud de toda suerte de gracias, y la cubrió con su sombra y la virtud del Altísimo.. Ahora, pues, no se puede dudar que conservó inviolablemente esta virtud desde su concepción hasta su muerte, porque no se puede imaginar que esta plenitud de Gracia fuese pasajera en la Santísima Virgen'. (SAN ATANASIO. S. IV. De Sant. Deipar.. Sent. 4). 
      En la próxima entrada finalizaremos, Dios mediante, este tema. Que Cristo Triunfante y su Madre, en la advocación de Virgen del Pilar, nos bendigan y protejan. 

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