domingo, 22 de marzo de 2015

Ángeles mensajeros

ANUNCIACIÓN A ZACARÍAS.-DOMENICO GHIRLANDAIO.-RENACIMIENTO
      En la entrada anterior estuve exponiendo, a partir del título que tenía ('Los ángeles, ¿existen?'), que está sobradamente demostrado que sí existen y me apoyaba básicamente en textos del Antiguo Testamento y en uno del Nuevo Testamento, en los que a través de algunos de los diversos Libros que lo forman, aparecen en algunos relatos. Y siempre con alguna misión encomendada por Dios.
      Dicho así podría parecer que todo eso es fruto de lo ocurrido antes del nacimiento de Jesucristo, con el que se inaugura el Nuevo Testamento, lo cual sería absolutamente erróneo como vamos a ir viendo. Voy a seguir por el mismo camino pero ya en la Etapa nueva. El mismo Jesucristo es asistido por ellos en su retiro en el desierto después de ser bautizado por su primo Juan Bautista. Tras haber padecido  las tentaciones de Satanás, Mateo nos cuenta en su Evangelio lo sucedido y al final despide al maligno así: 'Entonces Jesús le dijo: -Márchate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor tu Dios y sólo a él le darás culto. Entonces el diablo se alejó de él, y  unos ángeles se acercaron y le servían'. (Mt. 4, 10-11).
TENTACIÓN DE CRISTO EN EL DESIERTO.-
SANDRO BOTTICELLI.-RENACIMIENTO
      Es una primera exposición a la que luego seguirán otras más, a cuál más interesante. Pienso que hay otro ejemplo, universalmente conocido, de la presencia de un ángel que está destacadísimo en el N.T. Veamos: 'Al sexto mes, envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una joven prometida a un hombre llamado José, de la estirpe de David; el nombre de la joven era María. El ángel entró donde estaba María y le dijo: -Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo. Al oír estas palabras ella se turbó y se preguntaba qué significaba aquel saludo. El ángel le dijo: -No temas, María, pues Dios te ha concedido su favor. Concebirás y darás a luz un hijo al que pondrás por nombre Jesús. Él será grande, será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la estirpe de Jacob por siempre y su reino no tendrá fin'. (Lc. 1, 26-33).
ANUNCIACIÓN A MARÍA.-CARL BLOCH.-REALISMO
      Lo conocen, ¿verdad? Comprenderán que tenía obligación moral y espiritual de ponerlo y, además, de las primeras citas. Ahí empezó todo. En esta cita está el inicio de la realización de la historia de Amor más grande de las que puedan haber. Al menos así lo veo yo.


      Hay otro caso similar al de la Virgen en cuanto que el ángel anuncia otra gran alegría, pero de un modo diferente por la actitud del receptor del mensaje. Zacarías era un sacerdote del Templo, casado con Isabel, ambos 'irreprochables ante Dios'. No tenían hijos porque Isabel era estéril y los dos eran ya de edad avanzada. Un día que le tocaba ejercer el servicio sacerdotal 'le tocó en suerte entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso. Todo el pueblo estaba orando fuera mientras se ofrecía el incienso. Y el ángel del Señor se le apareció, de pie, a la derecha del altar del incienso. Al verlo Zacarías se sobresaltó y se llenó de miedo. Pero el ángel le dijo: -No temas, Zacarías, tu petición ha sido escuchada. Isabel, tu mujer, te dará un hijo al que pondrás por nombre Juan'.
ZACARÍAS Y EL ARCÁNGEL SAN GABRIEL.-GHIRLANDAIO.-RENACIMIENTO
      Es evidente y comprensible que tuviera un susto fenomenal. Intentemos ponernos en la piel de Zacarías para ver qué nos hubiera ocurrido a nosotros, porque un ángel no se aparece a las personas todos los días, y menos aún, hablándole directamente. Si además le dice cosas como 'será grande ante el Señor', 'quedará lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre', 'convertirá muchos hijos de Israel a su Dios', 'irá delante del Señor con el espíritu y el poder de Elías' y 'para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto', es comprensible que para un sacerdote del Altísimo  fuese considerado como un alto honor cuanto se le decía de parte de Dios por medio del ángel, pero...
      Zacarías también era hombre sensato y la razón humana le llevó, si no a la desconfianza, sí a la duda. La fe en su Dios no quedó muy bien, que digamos. Esto supuso que el ángel le demostrara que 'para Dios no hay nada imposible': 'Zacarías dijo al ángel: -¿Cómo sabré que va a suceder así? Porque yo soy viejo y mi mujer entrada en años. El ángel le contestó: -Yo soy Gabriel, que estoy en la presencia de Dios y he sido enviado para hablarte y darte esta buena noticia. Pero tú te quedarás mudo y no podrás hablar hasta que se verifiquen todas estas cosas, por no haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su tiempo'. (Lc. 1, 5-25).
SAN GABRIEL DEJA MUDO A ZACARÍAS.-
ALEXANDER IVANOV.-ACADEMICISMO
      Efectivamente el tiempo demostró, tanto a Zacarías como a Isabel, su mujer, así como a todos sus conocidos y amigos, que cuanto Dios le anunció a través de su mensajero se hizo gozosa realidad.


      Continúan habiendo casos en los Evangelios en los que también aparecen ángeles. Ocurren en momentos que pueden ser considerados como realmente trascendentes. Quizá nos inviten a fijarnos en los momentos cruciales de los protagonistas de cada caso.
      A poco que nos esforcemos podremos recordar el momento amargo  de la oración de Jesucristo en Getsemaní, momentos antes de recibir el beso traidor de Judas. Si meditamos esos momentos tan crudos que le hicieron sudas sangre, nos daremos cuenta que la presencia de un ángel confortándolo en esos momentos admitiremos como absolutamente necesario este gesto, teniendo en cuenta, además, que Jesús conocía perfectamente lo que le iba a suceder esa noche y al día siguiente.
AGONÍA EN GETSEMANÍ.-ARY SCHEFFER.-CLASICISMO
      'Entonces se le apareció un ángel del cielo, que lo estuvo confortando. Preso de angustia oraba más intensamente, y le entró un sudor que chorreaba hasta el suelo, como si fueran gotas de sangre'. (Lc. 22, 43-44). Realmente Cristo lo necesitaba.


      Las mujeres se dirigieron al sepulcro de Jesús con los aromas que habían preparado 'y encontraron la piedra que lo cerraba que había sido corrida a un lado. Entraron, pero no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. Estaban aún perplejas, cuando dos hombres se presentaron ante ellas con vestidos deslumbrantes. Llenas de miedo, hicieron una profunda reverencia. Ellos les dijeron: -¿Por qué estáis buscando entre los muertos al que está vivo? No está aquí. Ha resucitado'. (Lc. 24, 1-6). No era para menos. Cualquiera de nosotros hubiera hecho lo mismo  que aquellas santas mujeres.
LAS TRES MUJERES EN EL SEPULCRO VACÍO DE CRISTO
.-WILLIAM HOLE.-S.XIX--XX
       ¿Y en la Ascensión de Cristo? Después de tres intensos años de íntima convivencia con el Maestro, siguiéndole a todas partes, presenciando sus milagros y oyendo su doctrina, no acababan de asumir que ya no lo verían más hasta su vuelta. Su emoción era intensa. 'Lo vieron elevarse, hasta que una nube lo ocultó de su vista'. Eran incapaces de moverse de allí envueltos en sus propias emociones.
      'Mientras miraban atentamente al cielo viendo cómo se marchaba, se acercaron dos hombres con vestidos blancos y les dijeron: -Galileos, ¿por qué seguís mirando al cielo? Este Jesús que acaba de subir de vuestro lado al cielo, vendrá como lo habéis visto marcharse'. (Hch. 1, 9-11). Nuevamente los ángeles hacen acto de presencia.
ASCENSIÓN DE CRISTO.-HARRY ANDERSON.-S. XX
Para finalizar una pasaje de los Hechos que nos indica el cuidado que Jesucristo tiene de su Iglesia. Herodes encarcela a Pedro y encarga de su custodia a cuatro escuadras de soldados. La Iglesia ora incesantemente por él. 'Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, atado con dos cadenas, mientras dos guardias vigilaban la puerta de la cárcel. En esto el ángel del Señor se presentó y un resplandor inundó la estancia. El ángel tocó a Pedro en el costado y lo despertó diciendo: -¡Deprisa, levántate! Y las cadenas se le cayeron de las manos. El ángel le dijo: -Abróchate el cinturón y ponte las sandalias. Pedro lo hizo así y el ángel le dijo: -Échate el manto y sígueme. Pedro salió tras él, sin darse cuenta que era verdad lo que el ángel hacía, pues pensaba que se trataba de una visión. Después de pasar la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que da a la calle, y se les abrió sola. Salieron y llegaron al final de la calle; de pronto el ángel desapareció de su lado. Y Pedro, volviendo en sí, dijo: -Ahora me doy cuenta que el Señor ha enviado a su ángel para librarme de Herodes y de las maquinaciones que los judíos habían tramado contra mí’. (Hch. 12, 1-17).
ÁNGEL LIBERANDO A PEDRO.-RAFAEL SANZIO.-RENACIMIENTO
      Como dice San Agustín: 'Conocemos por la fe que existen los ángeles y leemos que se aparecieron a muchos, de forma que no es lícito dudarlo'. (SAN AGUSTÍN.Comentario sobre el Salmo 103).
      Que Cristo glorioso y nuestra Madre la Virgen de la Esperanza nos asistan y bendigan.

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