jueves, 31 de marzo de 2016

San José, esposo de María (I)

SAGRADA FAMILIA.-B.E.MURILLO.-BARROCO
      Amigos: Estoy avergonzado. Lo digo muy en serio. ¿Saben por qué? Verán ustedes: Desde el 14 de mayo de 2008 que escribí la primera entrada  de este blog , como un simple ejercicio de clase en la Universidad de Alicante hasta hoy, han pasado siete años y diez meses. Hay escritos sobre muchos temas como pueden comprobar en el Archivo del blog, en la parte izquierda del mismo. ¿Cómo es posible que en todo este tiempo no se me haya ocurrido escribir ninguna entrada dedicada a este eximio personaje bíblico? Y esto me ha puesto de mal humor y me ha llenado de vergüenza. Así. Como suena.
      He estado dándole vueltas para intentar subsanar lo que para mí ha sido un fallo enorme. Ciertamente me he preguntado qué puedo decir de él si el Nuevo Testamento apenas lo nombra y cuando lo hace es de forma escueta, pero pensándolo mejor este razonamiento me parece que más bien es para mí una absurda excusa personal para disimular el respeto (o miedo) para hablar sobre él. No obstante también es cierto que si hacemos una lectura reposada de los Evangelios fijándonos en lo que cuentan, se pueden leer entre líneas muchas cosas sobre San José, así como deducir otras que, a base de lógica, nos pueden enseñar, y no poco, sobre su personalidad  e incluso sobre su vida y actividades.
DESPOSORIOS DE LA VIRGEN Y JOSÉ.-MATÍAS DE ARTEAGA.-BARROCO
      He leído artículos en revistas y páginas de libros diversos. Hay cosas con poca o nula credibilidad, pera también hay otras con un contenido denso, veraz, respetuoso con su figura y con su actuación, que merecen ser tenidos en cuenta. Y, por supuesto, y por encima de todo, las opiniones de los Padre de la Iglesia, de diversos Papas y autores católicos que, en definitiva, son quienes tienen la necesaria autoridad para las enseñanzas de las Escrituras y para la interpretación de la Tradición.
    ¿Qué se podría decir de él? Sinceramente les digo que en este momento quisiera comentar tantas cosas que no sé por dónde empezar y, conociendo de antemano que siempre me quedaré corto e incluso me faltarán facetas y detalles sobre él, pero por algún sitio tendré que comenzar. Veamos.    ANUNCIACIÓN DE LA VIRGEN.-ICONO ORTODOXO.  'En el mes sexto fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María'. (Lc. 1, 26-27). Lucas nos narra escuetamente un hecho: Dios envía un mensajero. Nos muestra la destinataria del mensaje y sus circunstancias: María ya está desposada (siguiendo la costumbre de las normas sociales de la época). Expone el nombre del varón y matiza que es de la casa de David, es decir, descendiente de aquel Rey, con lo cual está comenzando a poner los cimientos de la demostración de la profecía existente de que el Mesías esperado sería descendiente de David.

      Según lo que San Lucas narra, María estaba 'desposada' con José. No dice 'casada'. Supuse que debía existir alguna diferencia entre ambos conceptos y me enteré que el término 'desposada' significa que la mujer judía quedaba comprometida con el hombre y que, al cabo de un año aproximadamente, se casarían. Aunque con la ceremonia de los esponsales la pareja todavía no convivía, sí que existía como un vínculo jurídico que, de alguna manera, equivalía a un matrimonio y la Ley consideraba al novio o prometido señor de su prometida.
DUDAS DE SAN JOSÉ.-JAMES TISSOT.-S. XIX - XX
      Me vino muy bien enterarme de ésto porque a  partir de ahí pude entender perfectamente la reacción de José cuando María vino de Ain Karin  de ayudar a su prima Isabel en el parto de su hijo Juan.
      Lo que también me parece claro a todas luces es que 'socialmente' María debía tener un marido que a los ojos de todos apareciese como hijo de José, porque ¿cómo y a quién se iba a comunicar que María había concebido un hijo por obra y gracia del Espíritu Santo? ¿Quién se lo iba a creer? Y si lo dijera, es muy probable que pudiera aparecer como una blasfemia. No había salida. Según la Ley mosaica debía ser lapidada por infidelidad y José, después de analizar esto, no lo podía consentir. La quería demasiado.
    San Mateo nos dice que 'José, su esposo, siendo justo, no quiso denunciarla y resolvió repudiarla en secreto'. (Mt. 1, 19).             EL SUEÑO DE JOSÉ.-DOMENICO GUIDI.-BARROCO.              El evangelista da a José el mejor calificativo que se le podía aplicar: 'JUSTO', porque este concepto significa que reúne en sí mismo todas las virtudes, todas las perfecciones que un hombre puede tener. No es solamente a José a quien se le aplica este calificativo en la Biblia. A Noé se le aplicó: 'Noé era un varón justo y perfecto entre sus contemporáneos y siempre anduvo con Dios'. (Gén. 6, 9). Dios, refiriéndose a los hombres, dice por medio del profeta Ezequiel que cuando 'camine en mis mandatos y guarde mis leyes obrando rectamente, ese es justo y vivirá'. (Ez. 18, 9). No es extraño que San Mateo aplique esta calificativo a José en cuanto a la decisión que tomó sobre María.

      Pero la fe de María en Dios no tenía límites y Él también tenía algo que decir. 'He aquí que se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo : -José, hijo de David, no temas recibir en tu casa a María, tu esposa, pues lo concebido en ella es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús, porque salvará a su pueblo de sus pecados'. (Mt. 1, 20-21). La reacción de José fue la que todos conocemos: 'Al despertar José de su sueño hizo como el ángel del Señor le había mandado, recibiendo en su casa a su esposa'. (Mt. 1, 24). Esa era la talla de José. 
      El Evangelio no dice nada más, pero si dejamos volar la imaginación, la lógica del recto raciocinio, ¿podremos deducir 'algo' de lo que hizo José, además de 'recibir en su casa a su esposa'? Descubrió que su esposa era instrumento directo de Dios y colaboradora con Él en llevar adelante los planes que tenía con Israel. Él, José, estaba destinado a tener un papel fundamental: cuidar a María, sí, pero también al Hijo que lo era de Dios. Sí. Él también era un elegido en los planes de Dios para colaborar en sus proyectos...
      Tomó conciencia del rol que debía desempeñar y de lo que Dios le estaba pidiendo. No era una misión insignificante la que tenía que ir desarrollando y diariamente debía ir dando una respuesta de esa misión. Dios le ayudaría como había ayudado a María, su esposa.
SAGRADA FAMILIA EN LA CARPINTERÍA.-MOSAICO
       Y nosotros iremos viendo esa respuesta de José a Dios, a su esposa y a ese Niño que le había sido confiado. Que el excelso esposo de la Virgen, ella misma y el Niño nos bendigan a todos.

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