lunes, 14 de marzo de 2016

La Asunción de la Virgen (y II)

DORMICIÓN DE LA VIRGEN
      Pero el día tenía que llegar. Tampoco sabía cómo iba a ser su partida, pero es de suponer que la estaría deseando vehementemente. Hay una tradición que dice que antes de morir quería ver a todos los discípulos para despedirse de ellos, puesto que ya estaban en diferentes partes del mundo anunciando el Evangelio. Y le fue concedido. Todos ellos se sintieron trasladados, sin saber cómo, donde Ella estaba. Menos Tomás, que llegó tarde. (El auto sacramental que les comentaba en la entrada anterior se desarrolla en ese tiempo: los apóstoles van llegando y María se va despidiendo de todos).
MISTERIO DE ELCHE.-ASUNCIÓN DE LA VIRGEN ENTRE ÁNGELES
      Y su Hijo no podía fallar. ¿Cómo iba a permitir que su Madre se quedara separada de Él hasta la Resurrección final? Necesariamente tenía que estar con Él en cuerpo y alma, porque 'no es justo que sufra corrupción aquel cuerpo que no estuvo sujeto a ninguna concupiscencia'. (Santo Tomás de Villanueva).
    En el siglo VIII, el Patriarca de Constantinopla, San Germán, de una gran devoción a la Santísima Virgen, en uno de sus sermones dedicado al tema de la muerte de la Virgen, dijo entre otras cosas: 'Tú, según está escrito, te muestras con belleza; y tu cuerpo virginal es todo él santo, todo él casto, todo él morada de Dios, todo lo cual hace que esté exento de disolverse y convertirse en polvo, y que, sin perder su condición humana, sea transformado en cuerpo celestial e incorruptible, lleno de vida y sobremanera glorioso, incólume y partícipe de la vida perfecta'.                      ASUNCIÓN DE LA VIRGEN.-FRA ANGÉLICO.-RENACIMIENTO       La Virgen María, como conocemos por el anuncio del Ángel en la Anunciación, está 'llena de gracia' y 'Dios es contigo'. Eso, como se ha dicho en innumerables ocasiones, significa que María tiene una ausencia total y absoluta de pecado o de faltas de cualquier tipo.  Es perfecta espiritualmente. Es, sencillamente, como Dios la quiso hacer para morar en ella durante nueve meses; perfecta en todos los sentidos. Y en virtud de esto, podemos afirmar que es la primera y única mujer que jamás ha pecado. Que jamás ha tenido ninguna culpa. Que siempre ha cumplido la voluntad de Dios hasta en la amargura más densa que padeció como fue la de presenciar la Pasión y muerte de su Hijo.
JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE
      Nuevamente San Juan Pablo II nos aporta su opinión en la Audiencia General del 9 de julio de 1997: La Tradición de la Iglesia muestra que ese misterio 'forma parte del plan divino, y está enraizado en la singular participación de María en la misión de su Hijo'.
      Es absolutamente lógico pensar que si su Hijo venció a la muerte con su propia muerte y posterior Resurrección, la muerte también ha perdido la partida con la Madre del Redentor. Y su Hijo quiso resucitarla para llevársela consigo a su Reino como el premio que mereció por su entrega, su servicio, su dedicación, su especial actuación en la Historia de la Salvación, su sufrimiento y su amor maternal hacia Quien quiso encarnarse en aquella admirable mujer.
     El Antiguo Testamento nos muestra la narración de la partida del profeta Elías en un carro de fuego sin haber muerto en 2Re. 2, 1-18. Por la circunstancia que fuere, esa fue la voluntad de Dios. ¿Qué tiene de extraño que Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, quisiese tener junto a Él a quien lo llevó en su seno y se desvivió por Él? Estimó que fue necesaria su presencia los primeros tiempos de la Iglesia y cuando creyó que fue suficiente, vino a por Ella y se la llevó en cuerpo y alma. Porque no podía de otro modo.
      La relación existente entre la participación en la Pasión de Cristo y el glorioso destino de la Virgen nos la hace ver San Juan Damasceno: 'Era necesario que aquella que había visto a su Hijo en la Cruz y recibido en pleno corazón la espada del dolor... contemplara a ese Hijo sentado a la diestra del Padre'. (Hom. 2: PG 96, 741). Quiso que la Madre fuera glorificada de esa manera después de la muerte.
      En la Biblia, el pasaje del Génesis en el que Dios promete un Redentor después de la desobediencia de Adán y Eva, está considerado como el Protoevangelio. Le dice a la serpiente: 'Pongo perpetua enemistad entre ti y la mujer. Estre tu linaje y el suyo: éste te aplastará la cabeza, pero tú sólo herirás su talón'. (Gn. 3, 15). En la 'mujer' mencionada todos los autores piensan que está referido a la Virgen; y el 'linaje' de la mujer será el Salvador que todo el pueblo judío esperaba, (aunque 'los suyos no le recibieron', Jn. 1, 11), fue Jesucristo, Hijo de María.
      Pero en la Biblia también está contenido otro fragmento, también de San Juan como autor, que hace referencia a la Santísima Virgen: 'Cuando el dragón se vio precipitado en la tierra. se dio en perseguir a la mujer que había parido al Hijo varón. Pero le fueron dadas a la mujer dos alas de águila grande para que volase al desierto, a su lugar, donde es alimentada por un tiempo, y dos tiempos, y medio tiempo lejos de la vista de la serpiente'. (Ap. 12, 13-14).
VIRGEN DEL APOCALIPSIS.-Miguel Cabrera.-BARROCO NOVOHISPANO
      Sí. La Virgen también pasó por esa lucha y de la misma manera que Jesús triunfó resucitando y triunfando de la muerte, la Virgen tenía que triunfar también y merecer el justo premio que su Hijo le dio: estar con Él en cuerpo y alma 'un tiempo' después de su Ascensión. 
      Largos años y largos siglos han estado los cristianos de todos los tiempos encomendándose a Ella en sus problemas, rindiéndole un culto inferior al otorgado a Dios, pero superior al de todos los ángeles y los santos: el de hiperdulía. Y Ella no nos ha fallado jamás.
      Los Santos Padres, los Teólogos y los Doctores de la Iglesia vieron los motivos que llevaron a declarar Inmaculada a la Virgen desde el primer instante de su Concepción, llevaron también a los Cardenales, Obispos y teólogos, sacerdotes y laicos consultados por el Papa Pío XII a través de la Encíclica 'Deiparae virginis Mariae', sobre la posibilidad de definir como Dogma de Fe la Asunción corporal de María, a emitir 1.181 opiniones favorables frente a solamente 6 que mantenían reservas, a considerar que María de Nazaret fue Asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo.
      Esto es lo que llevó a Pío XII a proclamar el 1 de noviembre de 1950 la Constitución 'Munificentisimus Deus', el Dogma de la Asunción de la Virgen al cielo en cuerpo y alma:
ASUNCIÓN DE LA VIRGEN.-ANTONIO PALOMINO.-S. XVII - XVIII
      "Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; ; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que la Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del Cielo".
      Que la Santísima Trinidad y Nuestra Señora María Asunta nos bendigan y por su misericordia nos acojan en la gloria cuando seamos llamados a su presencia.
CORONACIÓN DE LA VIRGEN.-CORRADO GIAQUINTO.-ROCOCÓ

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