PASIÓN DE XTO.-HANS MEMLING.-RENACIMIENTO |
Padeció…Pues sí. A partir de la
traición de Judas, con quien había compartido todo, con quien es posible que
hubiese tenido confidencias y detalles, empezaba el proceso de aquella
Redención que, pudiendo ser de otra forma menos cruenta, incluso incruenta, fue
de esa manera porque el Amor divino es así. Se da entero y sin condiciones ni
‘rebajas’. El ser humano es demasiado grande a los ojos de Dios para que
anduviese con cicaterías, por mucho que eso le cueste entender a no pocas
personas.
Acaso sería
eso lo que vino a la mente de Jesús cuando después de aquella mínima vacilación
‘Padre mío, si es posible, que pase de mí
esta copa de amargura’, vino la reacción que nos salvó a todas
las personas de todos los tiempos: ‘pero no sea
como yo quiero, sino como quieres tú’.
AGONIA EN GETSEMANÍ.-RON DICIANNI.-S. XX
Es esta una
de las partes más densas del Credo. El tema de la Pasión, así como la
crucifixión, la agonía en la Cruz, la muerte y las circunstancias que rodearon
todos estos hechos, son motivos de reflexión, de meditación personal, más que
de escribir. Aunque yo lo haga, es a sabiendas de que me quedo corto. Que la
auténtica riqueza es la que saquemos ustedes y yo a nivel personal y el diálogo
que establezcamos con Él comunicándole los sentimientos que podamos sentir,
incluso desde el silencio de una meditación. Tal vez Él lo agradezca. Tal vez
se sienta agradecido por nuestra sensibilidad. No lo sé. Pero sí sé que el
hecho de que le mostremos nuestra solidaridad con estos momentos de su vida como
Salvador, como si estuviésemos en aquel tiempo y en aquel lugar, no serán
vanos. La mujer Verónica que limpió su rostro movida por la compasión que
sentía, acaso fuera la primera persona que obtuvo el premio de Jesús al
grabarle su Rostro en el paño que recibió la sangre y suciedad de su cara.
Pero debo hacerlo aun reconociendo mis enormes
limitaciones. Tengo una enorme deuda de agradecimiento con Él, como tantos
otros hombres y mujeres del mundo, y esta es una forma de manifestarlo, aunque
no la única. Intentaré seguir los acontecimientos desde Getsemaní hasta la
condena a muerte siguiendo los Evangelios. El Arte, como siempre, es un apoyo
didáctico y visual muy útil y valioso. Vayamos pues, partiendo de la lectura de
San Mateo, capítulo 26, versículos 36
a 56..
DISCÍPULOS DORMIDOS EN GETSEMANÍ.-ALEXANDRE BIDA.-ROMANTICISMO
Sobrepuesto a
su horror, Jesús acude a llamar a sus apóstoles y los encuentra dormidos. El
sentimiento de soledad continúa teniéndolo,
pero ya no hay tiempo para nada. Suben a por Él con Judas al frente. ‘Aún estaba hablando cuando llegó Judas, uno de los doce,
y con él una gran turba armada de espadas y garrotes, enviadas por los
príncipes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo’ (Mt. 26, 47).
Pronto llegaron donde estaba Jesús. Sus amigos
se pusieron en guardia, pero acaso con algo de miedo. Después del beso delator ‘se adelantaron y echaron las manos sobre Jesús
apoderándose de Él’.
JUDAS Y LA MULTITUD VAN A PRENDER A JESÚS.-JAMES TISSOT.-S. XIX - XX
Ante este hecho surgió el Pedro resolutivo.
El Pedro amigo hasta las últimas consecuencias de Jesús. El Pedro que intentó
defender a su Maestro con una espada que quién sabe de dónde sacó. ‘Uno de los que estaban con Jesús extendió la mano y,
sacando la espada, hirió a un siervo del pontífice, cortándole una oreja.’ No
miró las consecuencias de su acto. Él, todo corazón, solamente vio que debía
defender a su amigo y se empleó fondo, pero no contaba con la reacción del
defendido:
‘Jesús entonces le dijo: Vuelve tu espada a su vaina,
pues quien toma la espada, a espada morirá. ¿O crees que no puedo rogar a mi
Padre, que me enviaría luego doce legiones de ángeles? ¿Cómo van a cumplirse
las Escrituras de que así conviene que sea?’ Estas palabras las
oyó Pedro y también quienes estaban allí. No eran momentos idóneos para
analizar lo que acababa de decir, pero nosotros, a poco que nos demos cuenta,
sacaremos la conclusión de que quien eso decía no podía ser otro que el Hijo de
Dios. ¿Por quién si no mandaría el Padre doce legiones de ángeles?
PRENDIMIENTO DE XTO.-UGOLINO DI NERIO.-GÓTICO |
San Lucas aporta un detalle muy propio de
Jesucristo. A pesar del intenso dramatismo del momento que estaba viviendo, ‘Tomando Jesús la palabra, le dijo: Basta ya. Dejad; y
tocando la oreja, le curó’. (Lc. 22, 51). Resulta extrañísimo
que no se cite la reacción de Malco, (así parece que se llamaba el criado del
pontífice), ni tampoco de nadie de los que le prendieron. Tampoco de Judas.
Pero ahí quedaba este hecho, acaso anecdótico, pero sujeto a nuestra
consideración o meditación.
BESO DE JUDAS.-JEAN BOURDICHON, c1500.-RENACIMIENTO |
El pasaje del
prendimiento finaliza con una mención muy significativa referida a los
discípulos: ‘Entonces todos los discípulos le
abandonaron y huyeron’. (Mt. 26, 56b). Es cierto que Jesús,
según nos cuenta San Juan, dice a sus captores: ‘Si
me buscáis a mí, dejad ir a estos’. (Jn. 18, 8), pero el hecho
es que marcharon dejando a su Maestro solo ante todo. Nosotros podremos pensar
que era mejor así, para que luego continuasen la predicación del Reino, pero
ellos no conocían su futuro. Jesús quedaba sólo aunque Pedro, a cierta
distancia, fuese siguiendo aquella comitiva (Mt.
26, 58).
Judas también quedaba
solo ante sí mismo y ante su conciencia, que no lo dejaría en paz ningún
instante. Aparecerían los remordimientos y ¿qué hacer? ¿Se acogería a los
fariseos? ¿A los sacerdotes y escribas quizás?
JUDAS Y SU CONCIENCIA.- NIKOLAJ GE .-S. XIX
Eso había que descartarlo. Ahora
ya no lo necesitaban. Miró de nuevo la comitiva, ya algo alejada de donde
estaba, pero la figura de su Maestro sí que la veía destacando sobre el resto
de aquella turba que él había conducido al lugar exacto. Destino del grupo:
casa de Anás.
No permaneció
allí mucho tiempo, porque este personaje, suegro de Caifás, Sumo Sacerdote ese
año, ya que acaso resolvería mejor esa ‘situación’
que les había llegado, de una manera más ‘legal’.
No en vano ‘había aconsejado con anterioridad a los
judíos: Conviene que un hombre muera por el pueblo’ (Jn. 18, 14).
Mientras tanto, allí ‘se juntaron
todos los príncipes de los sacerdotes, los ancianos y los escribas’ (Mc. 14,
53).
‘Seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo.
Este discípulo era amigo del pontífice y habló a la portera e introdujo a Pedro.
La portera dijo a Pedro: -¿Eres tú acaso de los discípulos de este hombre? Él
le dijo: -No soy (Jn. 18, 15-18).
JESÚS ANTE ANÁS.-JOSÉ MADRAZO Y AGUDO.- NEOCLASICISMO
Volviendo a Jesús, le encontramos soportando
la lluvia de preguntas para ver en qué lo podían sorprender, incluso con
algunos que levantaban falsos testimonios en su contra, para poder condenarlo a
muerte. ‘El pontífice preguntó a Jesús sobre sus
discípulos y sobre su doctrina. Jesús le respondió: -Yo públicamente he hablado
al mundo; siempre enseñé en las sinagogas y en el templo, adonde concurren
todos los judíos; nada hablé en secreto. ¿Qué me preguntas? Pregunta a los que
me han oído qué es lo que yo les he dicho. Diciendo esto Jesús, uno de los
alguaciles, que estaba a su lado, le dio una bofetada, diciendo: -¿Así
respondes al pontífice? Jesús le contestó: Si hablé mal, muéstrame en qué, y si
bien, ¿por qué me pegas? (Jn. 18, 19-23).
Las preguntas se sucedían y los silencios de Jesucristo,
también. Pero se presentaron dos testigos que dieron un giro a la situación: ‘Este ha dicho: Yo puedo destruir el templo de Dios y en
tres días edificarlo. Levantándose el pontífice, le dijo: -¿Nada respondes?
¿Qué dices a lo que estos testifican contra ti? Pero Jesús callaba y el
pontífice le dijo: -Te conjuro por el Dios vivo, di si eres tú el Mesías, el
Hijo de Dios.’
Esto ya era demasiado para Jesús. Ponerlo en
actitud de juramento invocando a su mismo Padre suponía que sus silencios se
terminaban.
JESÚS ANTE EL SUMO SACERDOTE .- DUCCIO DI BUONINSEGNA.-GÓTICO
El que era la Verdad misma tuvo que responder: ‘Díjole Jesús: -Tú lo has dicho. Y yo os digo que un día
veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y venir sobre las
nubes del cielo. Entonces el pontífice rasgó sus vestiduras diciendo: -Ha
blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos de más testigos? Acabáis de oír la
blasfemia. ¿Qué os parece? Ellos respondieron: -Reo es de muerte. Entonces
empezaron a escupirle ene. Rostro y a darle puñetazos, y otros le herían en la
cara, diciendo: -Profetízanos, Cristo. ¿Quién es el que te hirió? (Mt. 26,
60-68). El Siervo de Yavéh empezaba a
ser maltratado.
Pedro,
llevando a cuestas su fidelidad al Maestro, esperaba acontecimientos en el
Patio del la casa del pontífice. Es de suponer que su interior sería un manojo
de nervios, de miedo, de un pesimismo que luchaba contra una esperanza que se
empeñaba en tener, aun sabiendo que la realidad era otra. Había sido testigo de
muchas insidias y trampas contra Jesús y de todas había salido bien, pero ¿y
ahora? Ya lo tenían, y todo porque uno de los que había compartido, como él,
tantas cosas lo había… No pudo continuar sus pensamientos. Una mano le había
cogido suavemente por el hombro para verle el rostro, y al momento le dijo: ‘Tú también estabas con el Nazareno, con Jesús. Él lo
negó diciendo: -Ni sé ni entiendo lo que tú dices. Salió fuera al vestíbulo y
cantó el gallo’. (Mc. 14, 67-68)
Sus palabras salieron de
su boca precipitadamente. Había sido tan repentino que no había tenido tiempo
de madurar una respuesta. Ni tampoco estaba para eso. Eran momentos cruciales,
inusuales y la angustia por su amigo era cada vez mayor.
NEGACIONES DE PEDRO.-CARL BLOCH.-REALISMO
‘Transcurrida
cosa de una hora, otro insistió diciendo: -En verdad que éste estaba con Él,
porque es galileo. Dijo Pedro: -Hombre, no sé lo que dices. Al instante,
hablando aún él, cantó el gallo. Vuelto el Señor, miró a Pedro, y Pedro se
acordó de la palabra del Señor, cuando le dijo: -Antes que el gallo cante hoy
me negarás tres veces; y saliendo fuera, lloró amargamente’. (Lc. 22, 59-62). Jesucristo, aun estando
sufriendo por Él mismo, también sufría por los suyos. Pedro estaba allí y había
ocurrido todo lo que le dijo. Y ese también era parte de su sufrimiento.
¿Qué hubiéramos hecho
nosotros en su lugar? Probablemente lo mismo. O peor todavía. Eso entra dentro
de la interioridad personal de cada uno. Pero este pasaje marcaría a Pedro para
toda su vida. Es probable que no olvidase jamás. Y ¡quién sabe! si con el paso
del tiempo, en algún momento de intimidad, no se confiaría a la Madre
contándole su debilidad. Es algo de fantasía, ciertamente, esta suposición,
pero no es solamente mía. También Giovanni
Francesco Barbieri, pintor del Barroco,
más conocido como Il Guercino, lo vio así en este cuadro.
SAN PEDRO LLORA ANTE LA VIRGEN.-IL GUERCINO.-BARROCO |
Mientras tanto, los príncipes de los
sacerdotes, los fariseos y cuantos no soportaban la presencia de Jesús,
pensaban que ya lo tenían en sus manos, pero como no tenían autoridad legal
para matarlo según sus propósitos, tenían que llevarlo a presencia del
procurador romano, por entonces Poncio Pilato, para que él dictara la sentencia
condenatoria. Y allí se dirigieron. Era la hora de las tinieblas.
Y contra ellas nos debemos defender. El
próximo lunes día 6 salimos mi esposa y yo a Valladolid, hermosa ciudad
española, a una tanda de Ejercicios Espirituales. Falta nos hacen. A todos. El
Maligno siempre está a punto y nosotros debemos estarlo también para
combatirlo. Hasta la vuelta, si Dios quiere.
INMACULADA.-FRANCISCO DE GOYA.-ROMANTICISMO |
Que Cristo Paciente y su Madre María
Inmaculada nos bendigan
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