NACIMIENTO DE CRISTO
Una vez solucionada la imprevista e inoportuna avería de internet en mi ordenador, que ha durado unos diez días en solucionarse, no podía ni debía dejar pasar esta ocasión de felicitar a todos ustedes por el nacimiento de Jesús de Nazaret. Cuando la Santísima Trinidad creyó que había llegado la plenitud de los tiempos actuó a través de una Virgen llamada María, desposada con un santo varón llamado José, que hizo la función de padre de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad encarnada en la naturaleza humana.
Belén, ¿insignificante? aldea de Judá, fue testigo del Hecho más trascendental de la Historia de la Humanidad. 'Mas tú, Belén de Efratá, aunque eres la menor entre las familias de Judá, de ti sacaré al que ha de ser soberano de Israel, y cuyos orígenes son de antigüedad, desde los días de antaño. Por eso el Señor abandonará a los suyos hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces los que aún queden volverán a reunirse con sus hermanos israelitas. Él se alzará y pastoreará con la fuerza de Yavéh, con la majestad de Yavéh, su Dios. Ellos vivirán seguros, porque extenderá su poder hasta los confines de la tierra'. (Miq. 5r, 1-3).
PROFETA MIQUEAS
Pues bien. Un año más estamos viviendo la alegría de este acontecimiento que de una manera u otra se refleja en nuestra vida. 'Mientras estaban en Belén le llegó a María el momento del parto, y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre porque no había sitio para ellos en la posada'. (Lc. 2, 6-7).
'Ahora, por tanto, nuestra paz no es prometida, sino enviada; no es diferida, sino concedida; no es profetizada, sino realizada; el Padre ha enviado a la tierra algo así como un saco de misericordia; un saco, diría, que se romperá en la pasión, para que se derrame el precio de nuestro rescate que contiene; un saco que, si bien es pequeño, está ya totalmente lleno. En efecto, un niño se nos ha dado, pero en este niño habita toda la plenitud de la divinidad'. (SAN BERNARDO.Sermón 1 de la Epifanía).
Me parece que la mejor felicitación que podemos hacer a Jesucristo en su cumpleaños humano, podría ser la configuración de nuestro 'YO' con la voluntad de Dios, de manera que se cumpla en cada uno de nosotros los planes divinos y procurando que el sacrificio de aquel Niño que luego creció, no sea estéril.
Tal vez de este modo estaremos preparando eficazmente la segunda venida del Salvador: la Parusía. Esa será la definitiva para toda la Humanidad.
Muchas felicidades a todos.
SEGUNDA VENIDA DE CRISTO.-HANS MEMLING.-RENACIMIENTO
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