jueves, 9 de julio de 2009

Un paro forzado


¡Hola, amigos! Esta vez me ha tocado a mí. Una inoportuna angina de pecho (angor) en la madrugada del 4 de julio me ha remitido a urgencias del hospital, donde he permanecido ingresado hasta el día ocho. Gracias a Dios todo está controlado, si bien necesito, según me han dicho, reposo y descanso. Así que mi esposa y yo salimos a un balneario a terminar la convalecencia, aunque eso no me va a impedir que sentadito y con tranquilidad vaya escribiendo algo.

Pero ¿saben lo mejor de todo qué ha sido? Por una parte, el fenomenal funcionamiento de la Comunión de los Santos manifestada a través de la oración de mi Comunidad a nivel personal y comunitario en las Eucaristías. Por otra parte, y esta es la mejor, la visita diaria de Jesús Sacramentado a mi habitación y los momentos de intensa intimidad con Él. ¿Quién soy yo para que venga a visitarme mi Señor? (Parecido a lo que dijo Santa Isabel cuando vio llegar a su prima la Virgen, sólo que yo no me puedo comparar con esas personas ni por asomo, ¿no creen?

La acción de gracias y los momentos de posterior adoración personal a Dios Eucaristía, sin prisas, sin preocuparme por el tiempo que estaba en íntimo diálogo con Aquel que no vive en el tiempo, sin esperar, como en las Misas, que el sacerdote interrumpa esos magníficos momentos con el ‘Oremos’, camino de la finalización de la Eucaristía.

Acaso algún día ponga en común con ustedes algunos descubrimientos que he hecho (y he vivido) estos días. Si bien les puedo decir que he leído un libro exegético-espiritual del Apocalipsis de San Juan y me ha dado tiempo a empezar otro sobre los Libros Sapienciales del Antiguo Testamento. Confío que lo acabaré estos días de convalecencia. Hoy, la Eucaristía correspondiente al tercer día de la Novena a la Virgen del Carmen en su ermita marinera, la he ofrecido en acción de gracias por haber vuelto a casa bastante bien. Creo que es lo que me correspondía hacer, ¿no les parece?



En fin. Tengo la enorme satisfacción de volver a estar con ustedes. Procuraré reanudar las entradas en el blog con la asiduidad acostumbrada. Gracias por su comprensión. Que el LOGOS les bendiga.

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