viernes, 16 de mayo de 2008

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El LOGOS,según San Juan

4 comentarios:

El tío Maset dijo...

Distinguido/a Euterpe: Le agradezco mucho su comentario al inicio de este blog, que si bien en el principio estaba pensado como un ejercicio más del Curso que realizo en La Universidad de Alicante, dentro de su Programa para la Universidad Permanente, no debo negar que me está sugiriendo una amplia gama de posibilidades, entre ellas la de profundizar en el LOGOS, expresión que me impresionó cuando la oí por primera vez refiriéndose a la PALABRA DE DIOS y personificada en la figura de Jesús de Nazaret.

Ello me impulsó a profundizar en este concepto y el resultado ha sido el descubrimiento de un aspecto, nuevo para mí, de Cristo.

Su forma de expresarse me hace pensar que, de alguna manera, domina este aspecto temático del blog, lo cual me hace especialmente grata la posibilidad de dirigirme a Vd.. Coincidimos en numerosos aspectos y puedo decirle que, en lo referente al RESTO FIEL que nombra, correspondiente a los anawin del Antiguo Testamento, sigue existiendo ahora como lo ha existido siempre: es ese grupo de personas que permanecen fieles a la esencia del Evangelio que proclamó el LOGOS cuando se hizo persona real y verdadera como nosotros, sin perder su divinidad.

Que Dios, Uno y Trino, le/la bendiga también así como a su familia.

euterpe dijo...

Estimado señor Maset:
Me interesa mucho el modo en que habla del Dios Uno y Trino, el Logos. A El tiende toda la Creación, toda su obra, incluido el ser humano, que lo busca incesantemente, aunque casi nunca sea consciente de ello.
San Juan de la Cruz, en su maravilloso Cántico Espiritual, habla magistralmente de ese anhelo de Dios:
¡Oh, bosques y espesuras/ plantadas por la mano del Amado,/ oh prado de verduras/ de flores esmaltado: / decid si por vosotros ha pasado!
A lo que las criaturas responden:
Mil gracias derramando/ pasó por estos sotos con presura/ y yéndolos mirando/ con sola su figura/ vestidos los dejó de su hermosura.
Ojalá todos pudiéramos enamorarnos del Logos del modo en que lo hizo nuestro gran poeta y místico…
Mis más cordiales saludos.

El tío Maset dijo...

Estimado/a Euterpe: Me ha sorprendido su conocimiento de San Juan de la Cruz. Efectivamente esos versos del Cántico Espiritual corresponden a una búsqueda unitiva con el Amado, que no es otro que Jesucristo, El Verbo de Dios, , el LOGOS, el Rostro de Dios en este mundo.

Cuando San Juan de la Cruz descubre a Jesucristo en toda su profundidad e intimidad, cuando siente en su alma la presencia de Dios, pienso que es cuando se lanza a escribir esa obra, auténtico monumento literario de la Historia de la Literatura española, como tantas otras magníficas obras literarias. Ésta se encuentra en el campo literario y religioso de la Ascética y Mística en el Siglo de Oro español, pero que, según me parece, no ha perdido un ápice de su actualidad,

¿Qué sentiría San Juan de la Cruz cuando al final del poema escribe: ‘La noche sosegada, / en par de los levantes de la aurora / la música callada, / la soledad sonora, / la cena que recrea y enamora… /’?

Sinceramente. La sonoridad e intimidad de esos versos, (confieso que me dejo cautivar por ellos por el mensaje que llevan para quien los saborea y busca su sentido profundo) los hace tremendamente atractivos para cualquier persona con un mínimo de sensibilidad, tanto literaria como humana o religiosa.

euterpe dijo...

Amigo señor Maset:
Esos últimos versos del Cántico Espiritual, que hacen referencia a la unión mística (como seguro que ya sabe) debieron ser originados por unos sentimientos que no se pueden expresar por medio del lenguaje. A este tramo del camino espiritual han llegado pocos, pero ese camino estrecho, esa puerta pequeña nos llevan a la felicidad infinita. El camino es siempre cuesta arriba y a veces bastante duro, pero no debe cabernos ninguna duda de que el Logos siempre estará con nosotros.
Mis más cordiales saludos.