lunes, 26 de mayo de 2008

JESUCRISTO, EL LOGOS



Me parece que nunca podremos saber qué ocurría en el interior de Jesucristo cuando hacía un milagro, pero lo cierto es que los hacía porque podía y porque quería, no sin antes predisponer a la fe de quien tenía que curar, en algunos casos; de orar, aunque fuese brevemente, a su Padre, como en el caso de su amigo Lázaro y de otros; o a pesar suyo, por la fe de quien iba a buscarlo, como en el caso de la hemorroísa.

Pero lo cierto es que los hacía y así han quedado reflejados en los Evangelios. Era la fuerza de su Palabra

1 comentario:

euterpe dijo...

Sr. Maset:
Por lo que observo, este nuevo blog aumenta en interés cada día. Es más, recientemente he oído comentarios muy positivos a mi alrededor acerca de esta iniciativa suya.
Le fe era un elemento muy importante en la realización de los milagros. El mismo Cristo -el Logos- decía que si tuviéramos una fe como un granito de mostaza moveríamos montañas.
La fe es una búsqueda constante de Aquel que existe desde siempre y a quien nunca podremos conocer completamente. Creer es entregarse, es caminar incesantemente en pos del Señor.
Muchas personar argumentan que le fe es una invención del ser humano. Pero ¿existiría la sed sin la fuente? ¡Sería absurdo! Si existe hambre del Eterno, el Eterno tiene que existir. Sin embargo, el conocimiento de dios no pasará nunca por los sentidos ni por la mente humana porque no es materia mensurable. Por eso decimos que Dios es trascendente. El nunca enttrará en nuestro juego.
Como dice San Juan de la Cruz, lo que entendemos de dios dista infinito de Dios mismo El está por encima de todo nombre, concepto, ideal o valor. Sólo se le entiende de rodillas, en la fe.
Que el Logos y Nuestra Señora le acompañen.